Ya pasaron 17 días desde que Rusia invadió Ucrania e inició la guerra. Y lejos de cesar los ataques, este sábado las tropas rusas bombardearon una mezquita en Mariúpol que albergaba a 80 civiles, entre los que se encontraban ciudadanos turcos.
”La mezquita del sultán Solimán el Magnífico y su esposa Roxolana fue bombardeada por los invasores rusos”, indicaron a través de Twitter desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania.
“Más de 80 adultos y niños están refugiados allí, incluidos ciudadanos turcos”, agregaron.
Cabe destacar que Turquía buscaba ser mediadora en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, no se habría pronunciado sobre el ataque, por el momento.
Además, el país, que es miembro de la OTAN, suministra drones de combate a Kiev. Al mismo tiempo, preserva sus relaciones con Moscú, de la que depende estrechamente para sus suministros de energía y trigo, además del turismo.
Mariúpol, una estratégica ciudad a orillas del Mar Azov, es bombardeada hace días y sufre un asedio devastador. Sus habitantes, atrincherados en sótanos, están incomunicados, sin agua, gas o electricidad e incluso se pelean para conseguir alimentos. Es una situación humanitaria “extremadamente grave”, advirtió ayer Médicos Sin Fronteras.
”Mariúpol es ahora la peor catástrofe humanitaria del planeta”, dijo el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, quien informó que la ciudad ya lleva 1.582 civiles muertos en 12 días. Un hospital infantil y una maternidad fueron atacados el miércoles, matando a tres personas e hiriendo a muchas otras.