La justicia argentina hizo lugar a un pedido del Ejecutivo para pedir la detención del militar iraní Mohsen Rezai, acusado del atentado a la AMIA el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires, “con fines de extradición”.
”El pedido fue realizado a Interpol en Moscú pues la información que recabó la Cancillería de Buenos Aires es que el terrorista iraní se encuentra en Rusia”, informaron fuentes oficiales.
Rezai, vicepresidente para Asuntos Económicos de la República Islámica, encabezó la delegación iraní que participó el 10 de enero en la investidura de Daniel Ortega, quien inició un cuarto mandato consecutivo en medio de nuevas sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que consideran su reelección una “farsa”.
Durante una reunión en Washington, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, y su homólogo argentino, Santiago Cafiero, “expresaron su seria preocupación por la reciente visita a Nicaragua” de Rezai, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El portavoz de Blinken resaltó que Rezai, excomandante de la Guardia Revolucionaria iraní, “es objeto de una Notificación Roja de Interpol por homicidio agravado y daños en relación con el atentado con bomba contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de 1994, en el que murieron 85 personas en Buenos Aires”.
El secretario de Estado y el canciller argentino “discutieron la cooperación en los esfuerzos para llevar ante la justicia a los sospechosos de complicidad en el ataque”, apuntó Price en una declaración al cabo de la cita bilateral.
Sin embargo, según publicó diario Clarín, Rezai no aparece en la delegación que se encuentra en Rusia, y podría haberse tratado de un insólito error de nombres.
El Rezai que se encontraría en Moscú con el presidente iraní, Ebrahim Raisi, es Ebrahim Rezai, jefe del grupo de amistad parlamentario ruso-iraní.