La nueva variante Ómicron empieza a generar cada vez más preocupación en el mundo y sobre todo en Europa, donde se la detectó una semana antes del anuncio oficial de su existencia. Ante el aumento de casos en África, el viejo continente empieza a mirar de reojo lo que puede pasar con los contagios.
El pasado 19 y 23 de noviembre, se registraron dos tests positivos donde se localizó la nueva variante, en Países Bajos, de acuerdo a lo informado por el Instituto de Salud Pública de ese país. Esto fue siete días antes de la llegada de dos vuelos de Sudáfrica con 61 pasajes contagiados de coronavirus, entre ellos 14 con la nueva cepa.
En un comunicado por la Institución del país neerlandés, las muestras recogidas para el test PCR dieron una reacción especial en las pruebas para detectar una anomalía en la proteína pico del SARS-CoV-2, que “dio lugar a la sospecha de que se trataba de la variante Ómicron”.
“El 29 de noviembre resultó que las dos muestras eran efectivamente la variante Ómicron. Todavía no está claro si las personas afectadas también han estado en el sur de África”, expresaron desde el RIVM, generando expectativa respecto a lo que pueda pasar con una posible circulación comunitaria.
Detectaron 61 pasajeros contagiados en Países Bajos
Desde Ámsterdam empiezan a ver con preocupación la cantidad de casos de coronavirus que empiezan a circular por el país. De hecho, la variante ómicron llegó con fuerza a esa nación después de que se detectarán 61 pasajeros con COVID-19.
Dos vuelos que provenían de Sudáfrica, específicamente uno de Johannesburgo y otro de Ciudad del Cabo, fueron sometidos a 600 tests para detectar algún caso de la infección. Allí se informaron 61 positivos, de los cuales tras estudios se confirmaron que 14 son de la nueva cepa.
El Gobierno neerlandés declaró la suspensión total de todos los vuelos procedentes de los países del sur de África como una medida de prevención tras la detección de la nueva variante del coronavirus en la región.