El humedal de las islas del Delta, que abarca parte de Santa Fe y Entre Ríos, se está quemando de manera intencional para obtener mayor terreno al momento de la plantación agropecuaria que comienza en septiembre. Es un triste clásico: cada año sucede lo mismo, sin embargo, en 2020, los incendios se salieron de control y consumieron más de 300.000 hectáreas.
Actualmente, las quemas no llegan a esa magnitud, de hecho se vieron afectadas 63 mil durante todo el primer semestre, pero el fuego está creciendo y, sobre todo, afectando cada vez más al humedal.
“Yo estoy en Rosario y hace semanas que estamos inhalando humo, imaginate lo que es la situación en el Delta. Están transformando un humedal en una nueva pampa”, comenta Rodolfo Martínez, miembro de la Multisectorial de Humedales de Rosario.
Sergio Federovisky, viceministro de Ambiente, presentó un plan de manejo del fuego durante la tarde de este jueves, para el que esperan invertir 50 millones de dólares. “Tenemos una creciente aparición de focos de fuego en los últimos tres meses que es escandalosa. En mayo hubo 290 focos, ese número se duplicó en junio y en los 14 días de julio”, dijo.
Federovsky adelantó que este viernes se hará una presentación a la Justicia de Entre Ríos con todos los registros de las cámaras de los faros de conservación que operan en el Delta. Estos geolocalizan dónde se origina el fuego. Cruzando datos catastrales, podría determinarse con facilidad el campo en el que se inició la quema y, por lo tanto, a los responsables.
“La Justicia tiene que actuar, no solo vemos una recurrencia a lo largo del tiempo en estos incendios, sino también una reiteración en los mismos lugares”, advitió Federovisky.
“Hay un patrón de fuego que se repite, pero no tenemos ninguna condena ni ningún control del territorio. La lógica es dejar que se prenda fuego todo y luego se va a apagarlo con brigadistas en un operativo millonario”, señala el funcionario. Por ello, la única solución que posible que ve la Multisectorial de Humedales tiene dos carriles: por un lado, ejecutar penas sobre los responsables y por otro sancionar la tan postergada Ley de Humedales para garantizar la protección de estos ecosistemas.
Por qué son tan importantes los humedales
Los humedales son áreas que están en constante inundación. Funcionan como grandes esponjas naturales que absorben y retienen agua. De esta manera, en épocas de sequía, como la que está viviendo el país hace tres años, garantizan el mantenimiento del ecosistema. Asimismo, son reservorios de dióxido de carbono, por lo que cuando se queman, este se expulsa al ambiente y la situación tiende a empeorar.
Cuando la agricultura y ganadería avanza sobre ese espacio, el humedal va cambiando su composición. Los ríos y canales que lo nutren desaparecen y, por lo tanto, se arruina el ecosistema y la regulación que ejerce sobre el ambiente.
“Si se siguen quemando los humedales y los bosques, estas sequías van a ser cada vez más largas y más intensas. Y estos fuegos van a seguir proliferando”, explica Leonel Mingo, coordinador de Greenpeace. “Se estima que el 90% de los incendios tienen carga humana, pero no hay ninguna consecuencia legal para nadie”.
Qué pasa con la Ley de Humedales
La la Ley de Humedales podría disminuir ese círculo vicioso que termina por destruirlos. La iniciativa, que perdió estado parlamentario el año pasado cuando había recibido media sanción, prevé un inventario de estos ecosistemas y una protección de estos, que representan alrededor del 22% del territorio nacional.
Juan Cabandíe, ministro de Ambiente, anunció esta semana que se consensuó un nuevo proyecto de ley con el Consejo Federal de Medio Ambiente (en donde están representadas todas las provincias) y que será presentado en el Congreso. Este se sumará a la iniciativa que ya había presentado el diputado oficialista Leonardo Grosso.
Pero desde las organizaciones ambientalistas señalan que no fueron tenidas en cuenta. “Cabandié está haciendo un show, habla de consenso, pero solo consensuaron entre los ministros. No nos preguntaron a nosotros”, dijo Martínez.
Para las organizaciones, hay tres puntos centrales: que se realicen los inventarios de los humedales, que no se pueda avanzar sobre ellos mientras se esté haciendo este registro y que se condene a quienes atenten contra estos espacios. Además, indican que la ley propuesta por el COFEMA es demasiado laxa y que no prevé tiempos de ejecución.
Por su parte, Cabandié subrayó: “Nosotros impulsamos la Ley de Humedales y queremos que se apruebe. Estamos de acuerdo con que se establezcan plazos para este inventario y propiciamos la ayuda a las provincias. Hoy hay siete que lo han iniciado. Pero la ley tiene que salir por el Congreso”.