La hoja de laurel no solo realza el sabor de tus comidas. Según el Feng Shui, esta planta milenaria puede ser un potente canalizador de energía positiva, especialmente si se ubica en lugares estratégicos del hogar. Conocida como símbolo de victoria, sabiduría y protección, su uso va mucho más allá de la cocina.
Esta antigua filosofía china sostiene que el laurel es uno de los elementos naturales más efectivos para armonizar espacios y activar la circulación del chi (energía vital). Por eso, quienes siguen sus principios afirman que colocarlo correctamente puede abrir las puertas a la abundancia y a nuevas oportunidades.

Dónde ubicar el laurel según el Feng Shui
El primer punto recomendado es la entrada principal de la casa. Este lugar representa el ingreso de la energía al hogar, por lo que poner un platito con dos o tres hojas secas cerca de la puerta actúa como filtro para lo negativo y abre camino a la prosperidad. También se puede preparar un pequeño saquito rojo con hojas de laurel y colgarlo del picaporte interno: una manera discreta y efectiva de proteger el espacio.

Otro sitio estratégico es el sector sureste de la casa, conocido como la “zona de la riqueza” en el mapa Bagua. Allí se sugiere ubicar una ramita de laurel en un recipiente decorado con piedras, monedas o incluso un billete doblado. Esta combinación potencia la atracción de dinero y refuerza la energía de bienestar.
Pero no termina ahí: el Feng Shui también recomienda llevar una hoja de laurel en la billetera, ubicar un recipiente con hojas en la cocina, considerada el centro de la abundancia, y hasta usar el laurel en rituales de limpieza energética. Quemarlo y dejar que el humo recorra la casa es una práctica que, según esta filosofía, ayuda a eliminar bloqueos y atraer vibraciones positivas.

También podés poner algunas hojas en tu escritorio o espacio de trabajo, especialmente si estás atravesando un momento de toma de decisiones importantes o buscás nuevas oportunidades laborales.