El ministro de Economía, Martín Guzmán, envió hoy advertencias al núcleo duro del kirchnerismo y a la oposición porque, según dijo, de la crisis económica actual no se sale ni disparando el gasto público ni realizando un ajuste de shock, dado que ambas recetas ya fracasaron en otros momentos de la historia del país.
Guzmán habló en la cumbre de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina, que se realizó bajo la consigna “Construyamos un país sustentable” en un conocido hotel de Puerto Madero. El funcionario dialogó en el escenario con Facundo Gómez Minujín, presidente de la JP Morgan en el país.
El ministro de Economía defendió el programa económico que el Gobierno de Alberto Fernández acordó con el Fondo Monetario Internacional. Y defendió la decisión de ir “ordenando progresivamente” las cuentas públicas del país para reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria, con la idea de bajar la inflación.
Para el funcionario, el drama inflacionario de la Argentina está asociado a un conjunto de factores que hacen que la economía se comporte de una manera intranquila, inquieta y no en el buen sentido. “Algo que en la Argentina ha sido muy difícil construir y que debemos construir, y hoy en día forma parte del foco de las acciones de gobierno, es un sentido común sobre qué cosas funcionan y qué cosas no funcionan”, afirmó.
Guzmán dijo que para atacar la inflación en primer lugar hay que contar un plan económico que sea consistente, que apunte a que la economía vaya en la línea de la recuperación porque si esto no ocurre no hay estabilización posible. Y, por otro lado, que se conecten el corto plazo con el mediano plazo.
“De poco sirve hacer cosas que tienen un foco cortoplacista y que después nos encontramos nuevamente con restricciones que nos llevan nuevamente a crisis económicas y cambiarias”, alertó el funcionario. Consideró que el plan económico tiene que ser “creíble” y aseguró que por eso el Gobierno hace “tanto hincapié en el compromiso de llevar adelante el programa que se ha trazado, porque es importante para la macroeconomía argentina”.
En ese contexto, analizó como clave las medidas para el anclaje de las expectativas, como las decisiones de coordinación como las de precios e ingresos, que en economías ya normalizadas no tienen lugar.
“Desde el punto de vista fiscal hay que actuar con seriedad. ¿Debe la Argentina ordenar sus cuentas públicas? Sí, debe hacerlo, porque si no siempre vamos a tener problemas de deuda o de inflación”, dijo Guzmán. El mismo funcionario se preguntó: “¿Se puede hacer esto de golpe, es posible llegar en un año al equilibrio fiscal? Bueno, no, esto no es posible. Porque hacerlo implicaría desestabilizar la recuperación económica”.
Guzmán señaló que cuando alguien dice que de un momento a otro puede resolver la situación de desequilibrio fiscal y pasar a un superávit, no dice cómo lo hará porque eso implicaría dejar al país sin obra pública, sin inversión en ciencia, tecnología y educación.
“Entonces, guarda con salirnos de un espacio de sentido común, ya sea por un lado o por el otro. La Argentina necesita ir ordenando sus cuentas públicas pero tiene que hacerlo de una forma consistente con ir conectando el corto plazo con el largo plazo, con condiciones de mayor productividad para el sector privado a lo largo del tiempo”, dijo Guzmán.
El funcionario sostuvo que en ese contexto el Gobierno también está embarcado en ir reduciendo la dependencia de la emisión monetaria y de trazar un camino de tasas de interés reales positivas para que los argentinos inviertan y ahorren en su propia moneda.
“Eso es lo que hemos trazado y lo venimos cumpliendo. Lo que ahora hace falta es anclar más las expectativas y allí la construcción de confianza es fundamental. Y aquí no hay cuentos. Esto es ver para creer. Demasiadas veces se han dicho en la Argentina cosas grandilocuentes que no han funcionado y hoy estamos en tiempos de ver para creer y para ver hay que hacer, así que estamos haciendo. Se irá viendo. Y en función de ello, la confianza se irá fortaleciendo”, consideró el ministro de Economía.
Al ser consultado sobre cómo ve él los controles de precios, Guzmán respondió que las políticas de precios e ingresos juegan un rol en una economía que tiene problemas de coordinación. Pero para que sean efectivas para anclar expectativas, tiene que funcionar el plan económico consistente.
Guzmán aclaró que para el Gobierno el hecho de que el poder adquisitivo del salario se recupere “es un objetivo macroeconómico”, porque es necesario para que oferta y demanda vayan de la mano y así la economía pueda seguir teniendo fuerza a futuro.
“Y esto lleva a otro tema que es la necesidad de que la Argentina tenga un perfil productivo capaz de generar divisas a un ritmo consistente con los objetivos de crecimiento económico”, dijo Guzmán.