Si bien la economía argentina podría haber crecido más de un 5% en 2022, su desempeño sufrió un giro drástico en el último cuatrimestre cuando comenzó un proceso de desaceleración con impacto en todas las ramas.
Los datos anticipados de los distintos sectores se sintetizaron en el informe mensual del INDEC de noviembre pasado que dio cuenta que la economía cayó 0,7% con respecto a octubre, sumando el tercer período intermensual en rojo (octubre 0,5% y septiembre 0,2%).
El porcentaje de retroceso se fue ampliando con el correr de los meses y se espera la misma tendencia para diciembre.
En la comparación interanual en noviembre la actividad creció 2,6%, un ritmo marcadamente menor al 4.5% de octubre y 4,9% de septiembre, y muy lejos del 8,5% de febrero pasado.
En la comparación de enero a noviembre de 2022 respecto al mismo período de 2021 la mejora es de 5,9%.
La película muestra que con un diciembre en la misma tónica, es posible que el resultado final del año pasado esté por debajo de 5,5%.
La alta inflación del orden de 95% que obligó al Gobierno a tomar medidas restrictivas es uno de los principales factores del recorte de la economía.
Con esta dinámica sobre el final de 2022 y con el Gobierno con escasas herramientas para cambiarla, los analistas estiman que durante 2023 el mejor escenario podría arrojar una leve mejora de 1% (en promedio), que en la práctica sería imperceptible para la sociedad.
Este panorama, más la incertidumbre que genera la sequía, y los condimentos de un año electoral, se fusionan para generar el clima ideal para que siga aumentando la presión sobre el tipo de cambio, retroalimentándose un círculo vicioso.
Los datos oficiales muestran que sobre el final del año pasado los sectores que más sufrieron fueron el agro y la pesca, con resultados negativos tanto en octubre como en noviembre.
En el caso de la industria, el balance continuó en terreno positivo, pero con leve avance de entre 2 y 3%. Un panorama similar se observó en la construcción, y apenas por encima aparece el comercio en general.
El sector de mejor performance fue restaurants y hoteles con alza de entre 22 y 27% producto de la reactivación de turismo tras la pandemia.
Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que el INDEC difunde todos los meses a modo de adelanto de la evolución del PBI cuya difusión es trimestral.