El próximo 13 de agosto se llevarán a cabo en todo el país las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), mientras la incertidumbre económica sigue creciendo a la espera de la reacción del dólar en la previa y el día después de conocerse a los contendientes para las generales en octubre.
A un mes de que se lleven a cabo los comicios que definirán los candidatos, el dólar “blue” tuvo un alza en la última semana y rompió la barrera de los $500, donde también se confirmó la inflación de junio y con la incógnita sobre el futuro del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que negocia el ministro de Economía, Sergio Massa.
Mientras tanto, desde el mercado están expectantes a lo que pueden ser los resultados electorales que tienen como contendientes al mencionado Massa por Unión por la Patria, en la interna de Juntos por el Cambio que tiene a los precandidatos Horacio Rodríguez Larreta y a Patricia Bullrich, y en otra alternativa Javier Milei, con su propuesta de “dolarización”.
“El tipo de cambio se mueve, principalmente, por expectativas. No solo políticas sino económicas. Si las tensiones políticas derivan, por ejemplo, en que tengan más probabilidades de ganar las elecciones alternativas asociadas a la laxitud en las políticas monetarias o fiscales, o a alternativas extremas, como eliminar la moneda local, es lógico que aumente la demanda de dólares como potencial reserva de valor”, explicó Julio Calcagnino, research Team Leader de TSA Bursátil.
Las PASO se darán en el marco de una proyección económica con una inflación de 142,4% para fin de año, marcando una baja en las expectativas para este año y con la posibilidad de que haya una nueva corrida cambiaria que afecte a los precios.
Justamente, el tipo de cambio oficial para julio podría tener una variación positiva del 7,4% con la posibilidad de alcanzar un valor de $267,07, de acuerdo al último Relevamiento de Expectativas de Mercado. Sin embargo, las expectativas en el mercado paralelo aún no están claras y la incertidumbre hizo que este viernes rompa un nuevo récord cuando se vendía a $520.
“El ancla que sostiene a la economía argentina es la expectativa de que habrá un cambio de gobierno y que el que venga será mejor que el actual. Esto es, que la política económica virará hacia una mayor racionalidad y se harán esfuerzos para acomodar los desequilibrios que hoy están vigentes”, explicó Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.
En tanto, aclaró otro panorama que aún no está resuelto como el acuerdo con el FMI: “El segundo pilar que sostiene la macro actual es la expectativa de que el Fondo sostendrá el programa con Argentina y dará algún tipo de financiamiento para llegar hasta diciembre”.
De hecho, señaló que las reservas internacionales del Banco Central actualmente “son negativas en más de 6.500 millones, incluso cuando estamos atravesando el mejor momento del año en términos de oferta de divisas”.
“La escasez de reservas, sumado a la incertidumbre electoral, es probable que impliquen un crecimiento en la brecha cambiaria hasta las elecciones. En simultáneo, es razonable pensar que el gobierno hará todo lo posible para evitar un salto discreto en el tipo de cambio oficial, que supondría un salto en la medición del índice de precios al consumidor y hasta podría desatar una nueva corrida contra el peso”, completó.