El dólar “blue” cerró este miércoles a un valor de $ 600, en medio de una jornada en la que trabaron las operaciones y se convirtió en un virtual feriado cambiario.
En la apertura se registró una leve baja a $ 597, pero enseguida la plaza se recalentó, arreciaron los rumores y escaló a $ 600.
A partir de ese momento resultó prácticamente imposible pactar un precio y los operadores se limitaron a la compra a $ 595.
“En la práctica fue un virtual feriado cambiario”, reconoció un agente de cambios, quien luego del mediodía decidió no atender más llamadas y proponerles a sus clientes retomar el diálogo al día siguiente.
Un segundo operador directamente se apartó de los precios de referencia que se difunden por distintos medios y luego del cierre bancario contestó: “Vendo a $ 615, pero este precio está vigente por los próximos 15 minutos”.
Frente a este escenario se incrementa la tensión sobre qué podrá ocurrir en la apertura de este jueves.
En paralelo, las calles del microcentro fueron nuevamente escenario de un despliegue policial que buscó amedrentar la operación ilegal, pero con magros resultados.
Estos operativos habían sido anticipados el martes en la tarde por el ministro de Economía, Sergio Massa, en un acto de campaña: “El miércoles le vamos a hacer sentir el rigor con todos los instrumentos que la UIF y antilavado tiene”.
En tanto, las cotizaciones bursátiles tuvieron un saldo mixto, con una nueva intervención del gobierno. El MEP que se inició con un salto de 4% cerró con un avance de 1,10% a $ 527,92. Por su parte, el Contado con Liquidación cedió 0,9% a $ 591,70.
La devaluación oficial fue de 0,44% a $ 297,82, que equivale a un ritmo mensual superior a 11%, confirmándose el nuevo ritmo de depreciación.
“El crawling peg se disparó a 167% de TNA. En términos mensuales, esta nueva velocidad crucero equivale a 12,2% mensual, por lo que todavía se encuentra por debajo del ritmo de 15,3% que descuenta el mercado de futuros”, señaló Porfolio Personal Inversiones.
La firma consideró que “este ritmo es insostenible” post 31 de agosto, cuando finalice el dólar “agro”, ya que los exportadores preferirán apalancarse en pesos y capturar el carry de este dólar oficial”.
Por su parte, la consultora LCG informó que la demanda de dinero tocó un nuevo mínimo de 12% del PBI, con lo cual el exceso de liquidez estimula la dolarización en todas sus formas.
“No sólo las elecciones nacionales preocupan al público, sino que aún no quedaron del todo claras las medidas a aplicar luego de las PASO a pedido del FMI”, conjeturó.
Para LCG este panorama “trajo aparejado dudas acerca de una posible devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial”.
Añadió que “el mercado de futuros descuenta una devaluación para este mes de más del 10%” y en ese marco “el BCRA eligió no intervenir más allá de ese precio y sembró las dudas respecto al dólar post PASO”.
El Banco Central terminó la rueda con ventas por US$ 94 millones, con una liquidación de dólar agro de US$ 46 millones, la segunda más baja desde el inicio del programa. El total alcanza a US$ 1.877 millones, muy cerca del objetivo de US$ 2.000 millones planteando en el lanzamiento.
Confirman freno en la actividad
La actividad industrial registró en junio una caída de 2,3% con relación al mismo perÍodo de 2022. De esta forma, en el primer semestre del año se observó un alza de 1,3%, en comparación con el mismo período del año pasado ratificando la desaceleración que ya se venía insinuando en los meses previos.
A la industria se sumó la actividad de la construcción que en junio tuvo un retroceso de 2,8% interanual y de 2,1% en el acumulado del primer semestre. De esta forma, se hilvanaron cinco meses con acumulados en terreno negativo.
Este escenario convalida las proyecciones de un nivel de actividad en caída que complicará cualquier proceso de estabilidad a encarar por el próximo Gobierno.
Las estimaciones señalan que la economía argentina culminará 2023 con una caída de la actividad del orden de 3%.