La actividad económica marcó en 2022 su segundo crecimiento anual consecutivo tras la pandemia, mientras los salarios sumaron su quinta caída ininterrumpida. El Gobierno afronta un nuevo año electoral con esta dualidad generada por los altos niveles de inflación que ya rozan los tres dígitos: una economía que produce más con trabajadores que perciben menores remuneraciones.
El coordinador del Observatorio del Derecho Social (ODS) de la CTA Autónoma, Luis Campos, dijo a TN que el PBI cerró en diciembre un 0,3% arriba de diciembre de 2015, mientras los ingresos que perciben los asalariados del sector formal están 23,1% por debajo de ese momento. El especialista señaló que el “estancamiento salarial” está directamente vinculado con una aceleración de la inercia inflacionaria que provocó que las paritarias corrieran permanentemente por detrás del IPC, salvo en contados casos.
El corte elegido no es casual, ya que desde 2016 hubo caída salarial real en seis de los últimos siete años, en donde solo 2017 marcó una leve mejora. “La ruptura más fuerte fue durante la gestión Cambiemos en 2018-2019, cuando la actividad cayó un poco y los salarios se desplomaron. En la gestión del Frente de Todos la actividad repuntó un poco, pero los sueldos no”, sostuvo Campos.
En el último informe del INDEC también se observaron seis años de retroceso en el promedio salarial liderado por la pérdida de ingresos en los informales, los cuales se encuentran 18,1% por debajo de los niveles de diciembre del 2019. Obviamente, este segmento tiene menos posibilidades de defender su capacidad de compra porque no cuentan con convenios colectivos.
Además, la inflación impacta especialmente sobre los sectores más vulnerables y el último reporte de Ecolatina mostró que la caída del poder adquisitivo promedió 1,6% en el 50% más rico de la población, mientras que la baja fue de 3,7% en la mitad más pobre. La diferencia es mayor al comparar los extremos: para el sector más asalariado fue 5,1% el retroceso real en la capacidad de compra y 1,2% en el grupo que menos ingresos tiene. La consultora proyectó que esa dinámica volverá a repetirse este año.
En el Frente de Todos saben que el bolsillo es una de las claves para mantenerse en el Ejecutivo luego de los comicios. Por eso, habrá que estar atento a la actividad económica, que en un contexto de falta de divisas, cepo importador, tasas más altas y ajuste fiscal, acumuló en diciembre su cuarta caída mensual y la primera en 21 meses.