La preocupación cada vez es mayor dentro del Gobierno, como así también para los comerciantes y consumidores, tras la subida del dólar como también los precios que no paran de escalar. De acuerdo a un informe privado, en las primeras dos semanas de julio se registró un aumento del 9,5% en algunos productos, por lo que lleva a que cada vez haya más estrategias para afrontar la inflación.
Desde hace ya varios meses, con la escalada de los precios, son más frecuentes las estrategias de los argentinos para ahorrar y poder competir con la suba de los valores de los diferentes productos, en especial con los alimentos. Desde el stockeo a compras con “lo que hay” son algunas de las formas que tienen los consumidores para afrontar la crisis.
Según informó la consultora, Focus Market, las categorías que sufrieron más aumentos son higiene, la canasta básica y el cuidado capilar. En promedio, hubo escaldas superiores al 6%, por lo que la inflación de julio podría estar cercano a esos valores.
Por su parte, se vieron subas en “Bebidas con alcohol” aumentó 5,7%; “Cuidado del hogar y del auto”, 5,5% y “Lácteos”, 5,3%.
Las estrategias que más usan los argentinos para enfrentar la inflación
Durante las primeras semanas de julio se vieron dos fenómenos que alcanzaron para generar aún más incertidumbre como la renuncia de Martín Guzmán y la repentina subida en el precio del dólar, lo que hizo que muchos consumidores elijan realizar compras para stockearse, es decir, comprar muchas unidades de un mismo producto.
De esta manera, con la ayuda del aguinaldo, los consumidores podrían hacer frente a la crisis y competir contra la inflación que se aproxima para el mes de julio.
Otro gran grupo dentro de los comercios de cercanía son los clientes de bajo poder adquisitivo. En ese caso, apuntaron, crece la compra “por billete”. ¿De qué se trata? Ingresa el cliente en el almacén y pregunta qué puede comprar por $1000, por ejemplo.
¿Hay preocupación en el sector pro el stockeo?
Uno de los principales problemas con el stockeo es el desabastecimiento que puede comenzar a haber en las góndolas producto de que quienes compran podrían desbaratar la cantidad disponible y empezar a generar un atraso para con otros compradores.
De esta manera, la principal problemática pasa por saber si podrán cumplir con las exigencias que plantean los consumidores sin disparar el precio de los productos. A la espera de las estadísticas oficiales del Indec, no hay un buen augurio para la inflación que se viene.