Mario Ferri es italiano, tiene 35 años y en su país es conocido como “Il Falco” (El Halcón). Este lunes estuvo, una vez más, en las portadas de los diarios por irrumpir en el campo de juego donde Portugal y Uruguay jugaban su partido. Ferri burló la seguridad e ingresó con la bandera multicolor LGBT+ y una remera con un mensaje a favor de las mujeres iraníes y por la causa de Ucrania.
Estas acciones son una tradición para Ferri. Además de Italia se lo vio “invadir” otros eventos en distintos sitios del mundo. En 2011, lo conocimos en Argentina cuando ingresó al campo del estadio Wembley durante la final de la Champions entre Barcelona y Manchester United. En esa oportunidad le colgó una bufanda del Milan al Lionel Messi.
Más adelante, en 2017, cuando Gonzalo “Pipita” Higuaín pasó del Nápoli a la Juventus, “El Halcón” entró a la cancha y le arrojó al delantero una bufanda de su exclub. En su Instagram, Ferri tiene una foto con una camiseta de la Selección Argentina con el nombre de “Maradona” en la espalda.
Cómo fue la irrupción en Portugal-Uruguay
Todo manifestación o símbolos relacionados con la comunidad LGBT+ están expresamente prohibidos en Qatar. Con esta premisa, Ferri ingresó al campo de juego con la bandera multicolor.
Sucedió a los cinco minutos del segundo tiempo. El italiano también tenía puesta una remera que en el pecho tenía el logo de Superman y debajo decía “Salven a Ucrania”. A su vez, en la espalda tenía impreso el mensaje: “Respeto por las mujeres iraníes”.
Tres agentes de seguridad lograron atraparlo y sacarlo del campo. La bandera, en tanto, fue levantada por el árbitro iraní Alireza Faghani.
Otras invasiones de Mario Ferri
Una de las primeras irrupciones la realizó en la Copa Mundial de Clubes en Abu Dhabi, cuando se enfrentaron el Inter de Milán y el Mazembe de la República Democrática del Congo.
Ese mismo año entró en un Sampdoria-Napoli y en la semifinal del Mundial de Sudáfrica entre Alemania y España. El gesto lo volvió a repetir en el Mundial de Brasil 2014 en el partido entre Bélgica y Estados Unidos. En esa oportunidad, el mensaje que lanzó fue “Salven a los niños de las favelas”.
Otras de sus acciones más conocidas fue cuando dejóle puso una bufanda del Milán a Messi. “Cuando me encontré con él, le dije: ‘hola Leo, soy italiano´”, contó el activista.
Asimismo, en un Real Madrid-Milan las consecuencias de su aventura fueron graves: “En el campo dejé atrás a siete u ocho miembros de seguridad, se resbalaban en el pasto y no podían atraparme. Una vez que me metieron en una habitación, me dieron una paliza entre siete personas. Es la única vez que salió mal”, relató. Habrá que ver, ahora, cuáles son las sanciones que le aplicarán las autoridades qataríes.