En un asentamiento del barrio Quilmes de Corrientes se realizó un allanamiento en dos viviendas donde se vendían distintos estupefacientes, el dato significativo fue que en una de esas casas habita una mujer que gozaba de prisión domiciliaria pero que era monitoreada por la Justicia Federal con una tobillera electrónica por una causa de narcotráfico.
Al ingresar los efectivos de la Policía Federal se encontraron con un kiosco de drogas. La mujer quedó completamente incomunicada y con la guardia de efectivos de la fuerza. El próximo martes será trasladada al juzgado para que disponga como prosigue su detención.
A pocos metros de su casa, en otro domicilio se aprehendió a un hombre por la misma causa. El procedimiento con un gran despliegue de policías de la Federal fue realizado en el marco de una investigación del Juzgado Federal 2 a cargo del doctor Juan Carlos Vallejos.