En un Kempes en el que no entra ni un alfiler, Talleres recibe a Boca por la tercera fecha de la Liga Profesional y en otra fiesta del fútbol del interior, y de Córdoba en particular. Ante más de 55 mil personas y con las dos hinchadas. Y un recibimiento deslumbrante.
El preludio fue casi en penumbras, cuando se apagaron adrede las luces del estadio, en medio del ensordecedor grito de las tribunas. Y se apreciaron en todo su esplendor las bengalas, los fuegos artificiales y los juegos de luces.
Los hinchas de Talleres cubrieron con 46 mil socios al día la popular Willington y las plateas Gasparini y Ardiles, y entonados por el triunfo en Tucumán. Mientras que Boca repletó con su gente la cabecera Artime, con boletos a 10 mil pesos.