Hugo Rafael Varas fue el primer entrenador de fútbol de Julián Álvarez, en su Calchín natal. Fue el encargado de apodarlo “Arañita” y de destacar sus virtudes deportivas. En el año 2020, recibió un regalo inolvidable del cordobés: una camioneta para poder ayudarlo en su trabajo.
El futbolista tenía sólo 20 años, y jugaba en el Millonario, cuando decidió hacerle un gesto de agradecimiento. Fue su papá, Gustavo Álvarez, quien citó a Rafael y le entregó una camioneta Kangoo. “Tomá Rafa, el Arañita me pidió que te regale esto”, contó Varela, en su momento.
En ese año, Rafael dirigía las inferiores de una escuelita de fútbol, era empleado municipal (manejaba la pala mecánica de la comuna) y, por la tarde, era repartidor de productos alimenticios. Usaba un Ford Ka modelo 98 que luego mutó a una camioneta.
El agradecimiento de Rafael Varela con la Araña
“Gracias a Dios yo tuve la suerte de cruzarme en el camino de Julián”, dijo en su momento Varas, quien acompañó a Álvarez desde los cuatro a los 13 años, un par antes de que dejara Calchín para irse a River.
En este sentido, agregó: “Julián tuvo un gesto enorme en regalarme la camioneta. No lo esperaba, pero conociendo la persona que es, no esperaba menos”. Como forma de agradecimiento, además de hacerlo por teléfono, colocó una calcomanía en la puerta trasera del vehículo con una araña y la palabra “gracias”.
La relación de Rafael Varas y Julián Álvarez
Varas fue el entrenador de Julián Álvarez en Calchín y vio cómo a los 11 años se probó en Real Madrid. Siempre destacó sus talentos, por eso justificó que el apodo “Araña” se debe a que “corría tan rápido que parecía que tenía más de dos piernas, como una araña”, manifestó alguna vez.
Desde hace más de 20 años, Varas está ligado al fútbol, dirigió inferiores en el Club Atlético Calchín, fue técnico de A.D.E.A en el Arañado y dirigió la escuela de fútbol “Futura Estrellita”.
Cuando los medios le consultaron respecto a Álvarez y a su trabajo de entrenador dijo: “Si algo les he dejado es el respeto, estar siempre dispuestos a trabajar, ser responsables no sólo en el deporte sino también en cualquier trabajo y en el estudio. Si no hay respeto a tus compañeros, a tus jefes, no es fácil llegar”.