Gastón Ramos (30) esperaba a su novia en la plaza de barrio Residencial San Carlos, ciudad de Córdoba, para reunirse. De repente, dos motochorros atravesaron el espacio verde y le dispararon en la cabeza para robarle el celular. La víctima fue derivada al Hospital de Urgencias, donde los médicos aseguraron que se salvó “de milagro”.
El violento suceso ocurrió a las 20 de este martes cuando los malvivientes subieron a la plaza para robarle a la gente que descansaba, sin importar la cantidad de personas que podrían haber atropellado. Finalmente, se toparon con el hombre de 30 años, le dispararon y escaparon.
Inmediatamente, el sujeto fue trasladado al centro de salud mencionado anteriormente para ser atendido de urgencia. Para sorpresa de los profesionales, el proyectil quedó alojada entre el cráneo y el cuero cabelludo.
EL RELATO DE LA VÍCTIMA
En diálogo con El Doce, Gastón Ramos contó cómo fue el drástico episodio que lo dejó al borde de la muerte. “Esta gente me ha querido cazar por un celular, como si fuera un animal”, recordó entre lágrimas.
“Corrí entre los juegos de la plaza, me venían tirando y yo escuchaba cómo las balas chocaban en el pasto, contra un árbol”, dijo la víctima. Y agregó: “Cuando les di el celular el último balazo me pegó en el hueso occipital”.
“Si pasaba un poco más me perforaba el cerebro”, expresó conmocionado. Además, advirtió a la población sobre la grave inseguridad que hay en Córdoba y concluyó: “Cuídense mucho, no vuelvan tarde a la noche”.
La palabra del director del Hospital de Urgencias
“El paciente ingresó con una herida de arma de fuego y un proyectil alojado en la zona occipital”, detalló el director del nosocomio capitalino en diálogo con Radio Mitre. “Fue un milagro. Se le hicieron las curaciones pertinentes y ahora lo operarán”, anticipó.
Por último, expresó que investigarán por qué el proyectil no atravesó el cráneo de Ramos pero informaron los factores que pueden haber interferido: “Puede haber sido la velocidad, la distancia o el calibre del arma”.