La victoria de Instituto en la Bombonera, y el particular encanto de tapar bocas

Contra casi todos los pronósticos, la Gloria se impuso con autoridad ante Boca. Más allá del ninguneo de un sector de la prensa.

La victoria de Instituto en la Bombonera, y el particular encanto de tapar bocas
Con su festejo, Instituto dejó "en llamas" La Bombonera. Instituto logró un triunfo histórico frente a Boca y a domicilio. (Federico López Claro / La Voz)

En un puñado de minutos, 19, Instituto ya le ganaba a Boca 2-0. Estupor en la Bombonera. Y no deja de asombrar que un equipo recién ascendido, del interior y tras 17 años sin pisar Primera División, con la mayoría de sus futbolistas que nunca habían jugado en este reciento tan particular; se impusiera de esa manera.

Con su festejo, los albirrojos enmudecieron La Bombonera. Instituto logró un triunfo histórico frente a Boca y a domicilio. (Federico López Claro / La Voz)
Con su festejo, los albirrojos enmudecieron La Bombonera. Instituto logró un triunfo histórico frente a Boca y a domicilio. (Federico López Claro / La Voz)

Más allá de esta salvedad, no debería sorprender tanto porque este Boca deslucido y vacío, con escasas respuestas anímicas y mucho menos futbolísticas, es vulnerable y ya se le animan. Como lo había hecho Defensa y Justicia en la presentación anterior, con media docena de llegadas más allá del 0 a 0, como lo hizo Banfield, que ganó su primer partido del torneo ante el Xeneize; y también Instituto, que llevó un libreto para traerse los tres puntos y lo puso en práctica aplicadamente.

La Gloria fue y le ganó a Boca con autoridad y templanza pegando en los momentos justos, con recursos individuales, caso su goleador Adrián Maravilla Martínez, y también colectivos, como la jugada de laboratorio del primer gol. Y le agregó coraje para aguantar el chubasco de los minutos finales, incluida la zozobra del final por si era penal o no del arquero Jorge Carranza, chequeo del VAR mediante.

LAS VIRTUDES DE UN INSTITUTO SUBESTIMADO

Instituto le metió tres a Boca (la victoria más holgada en el historial, como visitante), desnudó las falencias de este equipo mediocre, obligó a la prematura retirada del palco a un ofuscado Juan Román Riquelme, profundizó la crisis y dejó al técnico Hugo Ibarra en la cuerda floja. Sí, este Instituto bastante ninguneado en la previa.

Subestimado, y hasta minimizado por la opinión de periodistas parciales en las cadenas nacionales, que daban por descontado el triunfo de Boca, y por gran margen, casi sin la necesidad de jugar el partido. Sólo con la camiseta y la localía. Impensado para este Boca tan pobretón.

Incluso en la transmisión televisiva en la que la polémica estaba en la punta de la lengua tras el gol anulado a Darío Benedetto en la primera parte (estaba fuera de juego Martín Payero), prácticamente se clamó y reclamó por el supuesto penal del final, que daba paso a un 3-3 más milagroso que épico. Instituto le ganó a Boca, y a todos.