Era la canción dedicada a él que más le gustaba a Diego Maradona. La que popularizó en el 2000 el Potro Rodrigo Bueno, “la mano de Dios”. Entre muchos “himnos” maradonianos para el 10, tal vez el más emotivo.
Así lo entendieron en Nápoles, la segunda casa de Diego, porque puso al equipo de la ciudad en el mano a mano con los poderosos de Italia para la obtención del Scudetto en los ‘80 y principios de los ‘90. Y hasta hoy lo idolatran.
Este jueves, en pleno duelo por la muerte de Maradona, el Nápoli jugaba su partido por Europa League en un clima de emoción y pena, ante el Rijeka de Croacia, con triunfo 2-0. Los jugadores se ataviaron con la 10 en la espalda y en el San Paolo, que pasará a llamarse Diego Maradona, resonó de fondo en la previa La mano de Dios.