En los próximos días, Ignacio Martín (22) podría recibir una condena de nueve años de prisión por simular ser médico en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), durante la pandemia en Río Cuarto. El joven se encuentra detenido desde hace dos años y este lunes, se concluyó con la lectura de los alegatos.
Martín atendió a una centena de pacientes sin tener los conocimientos para hacerlo, según determinaron los investigadores. Las actuaciones frenaron el 4 de febrero del 2021 cuando fue detenido en su casa de barrio Zumarán.
Desde allí, el joven se encuentra preso desde hace dos años y está juzgado por: usurpación de título y ejercicio ilegal de la medicina, uso de documento privado falso, defraudación calificada reiterada, falsedad ideológica, tentativa de defraudación, homicidio por dolo eventual y lesiones graves por dolo eventual.
En su momento, el joven señaló que informó a las autoridades que no era profesional pero que luego, presuntamente avalado por los funcionarios, comenzó a presentarse bajo esta profesión.
CUÁNDO SE DICTARÁ LA SENTENCIA DE IGNACIO MARTÍN
Este lunes 4 de septiembre, concluyó la lectura de los alegatos. Es así que, el tribunal deberá resolver si tuvo o no alguna responsabilidad en la muerte de Nicolás Bertol y por los daños en la salud de Daniel González, dos personas que Martín “atendió” en Río Cuarto.
Si bien se creía que la sentencia se conocería tras la lectura de alegatos, la Justicia de Córdoba precisó que la sentencia se dará el próximo 20 de septiembre.
LA CONDENA QUE PIDIÓ LA FISCAL PARA IGNACIO MARTÍN, EL MÉDICO FALSO DEL COE
La fiscal de Cámara del Crimen de Río Cuarto, María del Rosario Fernández López, solicitó nueve años de cárcel para el médico falso del COE.
Sobre la muerte de Nicolás Bertol (29), paciente al que atendió el joven en su domicilio de Río Cuarto, la fiscal remarcó que se encuentra “con un claro supuesto de dolo eventual se representó el resultado de muerte como posible y aún así ignorándolo continuó con su obrar”.
“Los elementos de prueba tienen la suficiente capacidad para denotar que Martín conocía el grave peligro de su accionar y que accedió a un conjunto de datos que le permitían percatarse del cuadro de salud que presentaba Nicolás Bertol cuya atención le había sido asignada en su carácter de jefe de médico del COT en la errónea creencia que había logrado instalar”, continuó.
La fiscal de Cámara agregó que “quedó fehacientemente acreditado que el imputado nunca cursó la carrera de medicina ni había culminado sus estudios como técnico superior de emergencias médicas”.
Y destacó que las pruebas recolectadas y presentadas “demuestran el desprecio por el resultado de la desidia con la que actuó a sabiendas de que afrontaba una situación de elevada peligrosidad que permite atribuirle al acusado su accionar a título de dolo eventual”.