Nadia Abigaíl Rivero Balmaceda tenía 23 años cuando fue encontrada sin vida en abril de 2021, en la casa que compartía con su pareja, Mario Andreau de 46 en Villa Dolores. En principio, la fiscal Eugenia Ferreyra había imputado al hombre por violencia de género y luego dispuso que se archivara la causa.
Sin embargo, la Fiscalía de Cámara de la Sexta Circunscripción Judicial resolvió dejar sin efecto el archivo de las actuaciones. Por ello, ordenó que continúe la investigación con el objetivo de esclarecer si el suicidio de Nadia fue producto de la violencia que sufría.
CUÁLES SON LAS HIPÓTESIS DEL CASO
Con intenciones de seguir la investigación, el juez de Control de Villa Dolores, Sergio Ariel Ponce, sostuvo: “No puede escindirse la culminación de la vida de la víctima de toda la situación que estaba atravesando con su pareja”. Además, insistió en que “terminó con su vida en la casa de su victimario, mientras él se hallaba presente en algún otro sitio de la casa”.
Asimismo, Ponce aclaró que si bien la mecánica de la muerte fue por asfixia por ahorcamiento, entiende que esa acción estaba inmersa en un contexto que debería ser valorado por la fiscal de instrucción de Villa Dolores.
El magistrado remarcó que el suicidio de la joven no puede ser analizado de manera aislada del resto de las acciones de violencia de género atribuidas al imputado, que era su pareja en ese momento.
LA POSTURA DE LA FAMILIA DE LA VÍCTIMA
De acuerdo a lo planteado por Mara Beltrame, abogada de la familia de Nadia, cuando se opuso al decreto de archivo, Andreu ejercía sobre la joven violencia física, psíquica y sexual. Y sostuvo que eso fue el “elemento determinante” que la dejó “sin herramientas para enfrentar su estado de vulnerabilidad”.
De igual forma, la letrada explicó que las pericias al celular de la víctima permitieron dar cuenta de los “encierros vividos hasta días previos a su muerte”. Beltrame argumentó que Andreu se aprovechaba del “estado de vulnerabilidad, de pobreza y la diferencia de edad” de Nadia.
“Nadia no tenía la libertad de moverse voluntariamente dentro de la casa, pues Andreu decidía. No tuvo forma de salir de esa privación de la libertad, ni siquiera de decidir escapar”, apuntó.