La causa judicial que involucra al falso médico cordobés Ignacio Martín continúa su curso. En este caso, la última determinación de la Justicia fue imputar al estafador por la muerte de dos personas que se atendieron previamente con él. Se trata de una mujer de 82 años y un joven de 29, ambos de la ciudad de Río Cuarto.
El fiscal Pablo Jávega explicó a Cadena 3 que “las denuncias particulares asocian las actividades del imputado con del deceso de pacientes”. Los familiares de las víctimas fatales realizaron la denuncia luego de que se descubriera que, el joven de 19 años, no era quien realmente decía ser.
“La fiscalía está trabajando para verificar los efectos de la imputación: si fue a los domicilios, en calidad de qué y qué datos empleó y se procurará su injerencia en los procesos de la personas”, indicó Jávega.
En total son tres fiscales, junto a Jávega, los que se ocupan de la investigación: Andrés Godoy en Córdoba y Daniel Minares, también en Río Cuarto, quien investiga la responsabilidad penal de los funcionarios de turno.
El deceso del joven de 29 años
Según la madre de la víctima fatal, en octubre le habían diagnosticado a su hijo una insuficiencia cardíaca y estaba con un tratamiento. Pero el 13 de noviembre “amaneció mal, como cansado”. La familia habló por teléfono con su médico de cabecera pero, como estaban aislados, éste contactó al COE y enviaron a Martín a su domicilio. El médico trucho llegó solo poco antes del mediodía.
Los familiares de la víctima relatan que Martín le colocó un aparato en el dedo al paciente (sería un oxímetro) y enseguida notaron en él “una especie de alteración y desesperación”.
Fue en ese momento que el falso médico les preguntó “si alguno en la casa sabía hacer reanimación cardio pulmonar”. Un hermano menor dijo tener conocimientos básicos y Martín le indicó “que arranque con la RCP”. Muy poco después, el “médico” pidió que llamen al 107, número de emergencias, y que pongan en altavoz la comunicación, para escuchar instrucciones.
Posteriormente, el médico del servicio 107 llegó con un enfermero y minutos después le dijeron “que no había nada que hacer”, que el joven había fallecido. En principio se iba a aplicar el protocolo Covid-19 para aislar el cuerpo, pero el propio Martín, entonces referente del COT, se ocupó de averiguar sobre los análisis pendientes y confirmó que los resultados de los análisis de la familia eran negativos.
El caso de la mujer de 84 años
La mujer se había descompensado luego de perder a su marido. Por lo que, su hija María Fernández, llamó a la ambulancia del COE en donde llegó Martín. Según la declaración, el joven le inyectó medicación, intentó canalizarla y luego la llevó a una clínica, donde poco después murió.
“Le tomó el oxígeno y tenía muy bajo. Mi mamá estaba lúcida. Martín sacó el maletín y empezó a sacar ampollas, a darle medicación, me pidió una pastilla de la diabetes, después rompían ampollas y la inyectaban (…) mi duda es porque no sé qué le pusieron”, aseguró la hija en una entrevista con Telediario de Canal 13.
La mujer contó que había una enfermera presente y Martín hacía peripecias para canalizar a su madre. “Se le reventaban todas las venas a mi mamá. Lo que me asusta a mí es que no sé qué le habrán inyectado. Lo único que decía, cada vena que se le rompía era: ´perdón señora, no queremos hacerle doler´. Se le reventaban todas las venas y mientras tanto no sé qué medicina le daban (…) después me dice ´hay que internarla´, ¡después de que la habían pinchado por todos lados!”, recordó consternada.
La hija de la mujer fallecida señaló que hasta le agradeció al médico trucho cuando se subió a la ambulancia en la que llevaron a su mamá a la Clínica del Sud. “Yo hasta aquí llegué señora, más no puedo hacer”, recuerda que le dijo Martín. A la hora y media, un médico de guardia de la clínica le comunicó que su mamá estaba con pocos signos vitales y ya no tenía esperanza de vida. Poco después murió.