Natalia Resser (30) y su bebé fallecieron el pasado 15 de abril durante el trabajo de parto, en el hospital de Villa María. Ante el hecho, su familia acusó a los médicos de demorar la atención por un paro hospitalario. En contraparte, el director de la institución negó negligencias.
Sergio Arroyo, director del Hospital Regional Pasteur, negó que las muertes hayan sido consecuencia de “demoras en la atención y mala praxis”. Y señaló que se trató íntegramente de cuestiones de salud de la paciente.
“En los registros figura que a las 4 de la mañana de ese domingo la mujer empieza dolor dinámica uterina, son como contracciones, luego a las 9 entra en cesárea por un desprendimiento de la placenta, un cuadro sumamente grave que lleva a la muerte fetal y se hace la cesárea de urgencia”, explicó Arroyo a Cadena 3.
La joven tenía 38 semanas de gestación y ésta condición habría desencadenado el trágico final. “Son cuadros sumamente graves que ameritan un seguimiento estricto porque surgen otros problemas metabólicos. Cuando se da esta cascada de situaciones donde aparecen complicaciones como la coagulación intravascular provocan estos desórdenes que llevan a la muerte de la paciente”.
LA MUERTE DE LA MUJER ESTÁ EN INVESTIGACIÓN
Según los registros, la joven fue operada de urgencia. Primero falleció el bebé y luego ella de un paro cardíaco. Si bien las autoridades del nosocomio apuntan a cuestiones puramente de salud, la familia de Natalia señaló mala praxis y negligencia.
Ante esto, el fiscal René Bosio lleva adelante la investigación judicial que comenzó con un pedido de autopsia de ambas víctimas.
“Como institución estamos poniendo a disposición las cámaras , la grilla del personal que estuvo de guardia ese día, incluso los policías”, manifestó Arroyo y negó que, ese domingo, el personal haya estado de paro.
