La llovizna de las primeras horas de este viernes llegó como una bendición sobre los campos de Potrero de Garay, la localidad más afectada por los incendios esta semana.
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Fue una precipitación leve pero suficiente para ayudar a extinguir los restos de un fuego que comenzó este miércoles y que además de la tragedia ambiental causó daños en un centenar de viviendas.
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“Está lloviznando en Potrero de Garay, es un alivio gigante, más allá de que ayer se contuvo lo poco que quedaba”, dijo una vecina a Cadena 3 y se alegró: “Es una tranquilidad saber que está lloviznando, el suelo está bastante mojado”.
