El Jardín Zoológico de Córdoba ya es historia, y ahora abre sus puertas en el mismo predio el nuevo Parque de la Biodiversidad, sin animales en exhibición. La primera etapa de esos trabajos ya está en la recta final, por lo que la apertura es inminente.
El circuito que estará habilitado pronto se inicia en el nuevo acceso, ubicado a metros del tradicional ingreso frente al Superpark. Desde allí, se despliegan senderos adoquinados que lo primero que muestran son los circuitos de agua que representan a los cinco ríos de Córdoba.
Hay más de 900 animales que pertenecían al viejo zoológico, pero no en exhibición. En el recorrido sólo se pueden ver pavos reales y lagartos overos que viven en libertad, junto a cisnes corcoroba que tienen su espacio en una pequeña laguna. En otro sector, hay tortugas acuáticas, un aligátor y yacarés.
Y en el lago principal, varias especies de aves acuáticas, como patos, cisnes y flamencos rosados. Algunos son del exzoo, y otros son migratorias que encuentran estadía temporal. Pero leones, hipopótamos, los tigres, pumas y yaguaretés se encuentran en sectores con acceso sólo para el personal del parque.
CÓMO SE INGRESA AL NUEVO PARQUE DE LA BIODIVERSIDAD
Cuando se termine la segunda etapa de obras, se sumará un circuito que pasará por recintos donde hay especies autóctonas, como maras y ciervos que están hacia la zona de avenida Sabattini.
Otro punto interesante es el acceso. Será con entrada gratuita, pero para visitarlo hay que sacar turno. Todo el espacio está habilitado para mil personas en su interior, para que no perturben a los animales. Entonces, hay que anotarse en una página web que estará disponible, o ir a riesgo de que no haya lugar hasta que se libere algún cupo.
Se puede recorrer con visitas guiadas, o con una aplicación que utiliza realidad aumentada para brindar información.
LOS RECORRIDOS Y UN MIRADOR PANORÁMICO
Hay dos opciones para recorrer el parque: se va hasta arriba, al pórtico histórico del exzoo para contemplar la reja y la enorme escalera, o se baja hacia un mirador que ofrece una vista única del lugar. Hay que recordar que ese lugar se extiende por barrancas y posee estructuras de alto valor patrimonial. Desde ese mirador, se observan el sendero principal y el espacio donde estaban los lobos marinos.
Allí ahora hay una laguna artificial y una plaza que cuenta la historia de los programas de conservación que tiene el parque: el yaguareté, los ocelotes, el oso melero, los guacamayos rojos, el cardenal amarillo, la tortuga canaleta y los tucanes.