“Durante el partido de Sportivo, que ganamos 2 a 0 a Unión de Sunchales en San Francisco, escuché que me gritaban del otro lado del alambrado. Era la cocinera que me decía que mi hijo, que juega en Rosario Central, le había hecho un gol a Boca”.
Con la emoción intacta Ariel Giaccone, técnico de Sportivo, revivió el golazo de su hijo Lautaro, quien sigue sus pasos en Central. Es delantero, se inició en Ferro, sabe lo que es convertirle al Xeneize. “Ahí me sacó ventaja, porque el de él fue un gol bárbaro y dijo que el mío fue de penal”, festejó el entrenador.
“Aquella vez, jugando para Ferro, estaba mi señora y me suegra en la cancha. Y ahora mi señora fue a Arroyito para Central-Boca. Son muchas las similitudes. Fue muy fuerte, se me cerró el pecho por la emoción y tuve que tomarme dos botellas de agua”, le confió Giaccone padre a Tercer Tiempo, por Radio Pulxo.
Como Sportivo tiene fecha libre este fin de semana por el Federal A, estará en el Kempes para alentar a su hijo en el encuentro con Talleres, por la fecha 14 de Liga Profesional. “Miguel Russo le está dando confianza, es muy bueno que lo tenga como entrenador”, destacó.
EL CARNICERO GIACCONE, UN TRABAJADOR DEL FÚTBOL
Ariel Giaccone, nacido en San Francisco en 1975, hizo la mayor parte de su carrera como volante-delantero en Ferro. Con un paso también por Belgrano, en 2000/01. Y jugó en Ecuador y en Bolivia. Ya como entrenador, debió alternar con otros trabajos.
“En el Federal A si te despiden como técnico tenes que salir a buscar trabajo al otro día, porque no te alcanza. Yo hice de todo, fui carnicero, trabajé en un supermercado... como carnicero no sabía ni como hacer los cortes, aprendí viendo videos. Era un buen apodo para cuando jugaba al fútbol, el Carnicero Giaccone, pero capaz que me ponían como defensor, je”.
En Belgrano fue compañero de Luis Fabián Artime, ahora presidente de Belgrano. Y en Sportivo, tiene a Juan Manuel Aróstegui, también ex delantero, en esa función; y a Juan Pablo Francia como mánager deportivo. “La otra vez estaba en el banco, en pleno partido. Y era el mejor que tenía... Sentí unas ganas de ponerlo a jugar aunque sea un ratito”, graficó.