El coworking, un impulso estratégico para las pymes en Argentina

El modelo corporativo evolucionó hasta transformarse en una solución estratégica de gran valor para las pequeñas y medianas empresas.

El coworking, un impulso estratégico para las pymes en Argentina
Los beneficios del coworking para las pymes.

En el dinámico panorama empresarial argentino, donde la agilidad y la eficiencia son más que nunca ventajas competitivas, el modelo de coworking corporativo emerge como una solución estratégica de gran valor, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Lejos de ser una moda pasajera, el coworking ha evolucionado para ofrecer una experiencia integral que permite a las pymes optimizar recursos, potenciar a sus equipos y, en definitiva, enfocarse en lo que realmente importa: su negocio.

Los beneficios del coworking para las pymes

Uno de los beneficios más evidentes y cruciales es la flexibilidad operativa y contractual. Las empresas hoy buscan estructuras más livianas, que les permitan escalar o reducir sin fricción, sin atarse a contratos rígidos, inversiones iniciales en infraestructura o la compleja gestión operativa de una oficina tradicional. El coworking resuelve esto, ofreciendo espacios listos para usar o en los cuales profesionales se encargan de toda la puesta a punto. Esta capacidad de adaptación al crecimiento y la dinámica empresarial es clave, permitiendo aumentar o reducir el espacio contratado según la necesidad.

El ahorro operativo es otro pilar fundamental. Al optar por el coworking, las pymes eliminan los costos de inversión inicial (CAPEX) en obra, mobiliario, tecnología y diseño. Además, se reducen significativamente los gastos mensuales asociados a servicios como limpieza, mantenimiento, seguridad, conectividad y gestión de proveedores. Modelos “all inclusive” aseguran costos claros y predecibles, sin sorpresas ni gastos ocultos. Se estima que el ahorro puede rondar entre un 20% y un 40% en comparación con una oficina tradicional. Este ahorro no solo es monetario, sino también de tiempo y energía que la empresa puede liberar y destinar a su core.

Más allá de lo económico, el coworking impacta directamente en la experiencia del equipo y la retención de talento, un desafío creciente para las pymes. El entorno físico se ha convertido en parte del “salario emocional”. Los colaboradores esperan espacios que acompañen su bienestar, productividad y experiencia laboral, incluyendo diseño funcional, buena conectividad, servicios complementarios como cafetería y eventos, y un equipo resolutivo que asegure que todo funcione correctamente. Un espacio bien diseñado, que refleje la cultura de la empresa y genere sentido de pertenencia, se vuelve una herramienta potente para atraer y fidelizar a los mejores.

La profesionalización de la gestión operativa es un valor inestimable. Delegar a un partner estratégico la administración de todos los detalles de la oficina (desde internet hasta el café, pasando por la recepción o la reserva de salas) libera a los equipos internos para que se concentren al 100% en sus tareas principales. Esto no solo aumenta la productividad, sino que también garantiza una operación sin fricciones desde el primer día. Para pymes que buscan aterrizar rápidamente o expandirse, especialmente empresas extranjeras, esta solución “llave en mano” es invaluable.

Finalmente, aunque muchas pymes optan por oficinas privadas o pisos exclusivos dentro de un coworking para mantener su identidad, la posibilidad de ser parte de una comunidad vibrante también aporta valor. La agenda de eventos, talleres, after offices y desayunos, así como los clubes de beneficios y las iniciativas solidarias, fomentan vínculos, generan espacios de intercambio y enriquecen la experiencia laboral. Esto no solo fortalece el clima interno, sino que también puede impactar positivamente en la marca empleadora y en la percepción de los clientes.

En un mercado que valora cada vez más la agilidad, la eficiencia y el bienestar de los equipos, el coworking corporativo dejó de ser una opción alternativa para convertirse en una decisión de negocio inteligente y estratégica para las pymes. No se trata de abandonar lo que funcionó, sino de animarse a probar lo que puede funcionar aún mejor.

*Por Tamara Giménez, fundadora y CEO de Teamworks Coworking.