Leonardo nació con labio leporino, pasó por más de 15 cirugías en su vida hasta que dijo “este soy yo” y comenzó a mostrar una de sus tantas facetas: la de demostrar que el cuarteto se canta con el corazón o no se canta.
Así, este licenciado en comunicación social, padre de un niño y viudo a sus 44 años, le da vida a El Mandamenos, su proyecto musical con la cuota de humor que sólo puede ser posible en Córdoba ya que el nombre surge de la broma de un amigo que vio sus videos.
Inquieto, este empleado municipal que se dedica a dar clases de primeros auxilios y que también estuvo tiempo atrás trabajando en el combate a los incendios de las sierras, inició un curso de sonido en esta pandemia y allí fue que decidió poner la voz, en un trabajo musical que debía realizar para el curso: me animé a ponerle la voz, de caradura nomás que soy", bromeó.
Su condición le hizo crecer y la adolescencia no le fue fácil, pero todo eso fue formando su personalidad: “dejar de lado los prejuicios y aceptarse como es. Ya seas flaco, pelado, bajo, alto, uno tiene que ser como es y mostrarse así haciendo lo que le gusta”, le contó a Cuarteteando de El Doce.