Córdoba se caracteriza por ser una provincia con diferentes locales gastronómicos que ofrecen alternativas especiales para comer y beber. En cuanto a comida local, hay un exclusivo parador rutero a 65 kilómetros de la capital que se caracteriza por su amplia variedad de salames y su alta demanda.
Se trata de Monnier, un lugar donde “elaboran embutidos y salazones artesanales desde 1932″, según explicaron en sus redes sociales. A la vera de la Autopista Córdoba - Rosario, se encuentra el local que lanzó una innovadora propuesta con el embutido característico de la zona.
El parador ubicado a 65 kilómetros de Córdoba Capital está promoviendo un nuevo formato de salames envasados al vacío en una presentación de 140 gramos. Porción ideal para consumir en una picada familiar o para preparar dos generosos sándwiches.
La idea del salame “para una sentada” es terminar con el dilema de cómo guardar un salame después de abierto y cuánto tiempo se puede conservar en estado ideal, según explicaron en diálogo con Circuito Gastronómico.
El envasado al vacío justamente se hace con el producto en su estado ideal de consumo, a los 25 días de su elaboración, y ralentiza el estacionamiento, que lo torna en un producto más fuerte y de masa más firme.
Por otro lado, Monnier está preparando un salame extra-largo, de más de 50 centímetros de largo y 600 gramos, que se presenta como salame seco en su tripa y constituye un producto premium ideal para sorprender a los fanáticos de lo salado.
CÓMO SE HACEN LOS SALAMES MONNIER
Los salames Monnier se hacen con 100% de carne de cerdo, con animales provenientes del criadero de la familia que los mantiene durante ocho a nueve meses con el objetivo de mejorar la firmeza del tocino y el sabor de la carne.
La fábrica, cuya receta original se remonta por cuatro generaciones hasta 1932, representa una fórmula justa entre la tradición y la modernidad. Usa máquinas alemanas para moler la carne y embutir, garantizando mayores condiciones de sanidad y menores fallas.
No obstante, la firma mantiene el corte del tocino de manera artesanal para asegurar dados firmes y definidos. Luego, la carne se macera en vino tinto con canela, nuez moscada, clavo de olor y ajo triturado, para otorgarle un sabor especiado.
Todos los salames de Monnier salen etiquetados con número de lote y fecha de vencimiento y con información nutricional y de sus ingredientes. Confecciona 14 productos, incluyendo cuatro tipos de salame, patas de jamón, chorizos parrilleros y colorados, además de vender sándwiches de pan casero con bondiola, salame o jamón crudo.