A 17 años del crimen Nora Dalmasso de Macarrón, continúa la investigación para dar con un responsable. La causa permanece abierta luego del juicio que absolvió al viudo Marcelo Macarrón, en el año 20233. Tras reconocer a Dalmasso como “víctima de violencia de género”, la Justicia se comprometió a buscar “la verdad histórica” y creó una oficina especial a cargo del fiscal del primer turno, Pablo Jávega.
La continuidad de la investigación surge a raíz de un ADN desconocido que se encontró en el cinto de la bata con el que Dalmasso fue estrangulada. Para el fiscal de Cámara, Julio Rivero, “allí está el asesino”. El rastro no es de Macarrón ni de ninguno de los que estuvieron en la habitación tras el hallazgo del cuerpo.
LAS PRUEBAS DE ADN NO ARROJAN RESULTADOS SOBRE EL AUTOR DEL HECHO
Hace unos meses, comenzaron las pruebas de ADN a más de 200 personas allegadas a la familia y a la víctima. El mapeo de los posibles aportantes lo hicieron detectives judiciales de la División Investigación Operativa. Hasta el momento, en Río Cuarto, tomaron unas 70 muestras de saliva y se enviaron a analizar unas 40 al Centro de Genética Forense de Córdoba.
“No tengo referencias de resultado alguno en cuanto a los informes genéticos y no tengo líneas de investigación contra persona alguna”, afirmó el fiscal Jávega y explicó que están a la espera del primer informe. Si no hay ningún positivo, remitirá la segunda tanda.
Javega insistió en que en todos estos meses, trabajaron en la trazabilidad de la prueba genética colectada y procesada por Policía Judicial y el Ceprocor, como por el FBI, ya que hubo confusiones por el modo en que cada unidad rotulaba las muestras. Además, dijo que prevé “reforzar algunos canales de comunicación para interpretar adecuadamente informes ya existentes en la causa elaborados por otras unidades de procesamiento, para no malinterpretar la lectura de los datos”.