Ya en vida, el propio Borges supo corregir con ironía a uno que le erró y lo llamó "José Luis". Los años pasaron y Borges duerme el sueño eterno en Ginebra pero siempre hay alguno que le pifia, como fue el caso del Rey de España, este miércoles en Córdoba de la Nueva Andalucía.
En su discurso de apertura del Congreso Internacional de la Lengua Española, Felipe VI enumeró virtudes de Córdoba, su rótulo de Docta y la rica expresión cultural cordobesa y argentina, que quiso resumir en la gran figura de la literatura, el gran "José Luis Borges", que como todos recordamos tenía el capricho de llamarse Jorge Luis.