Las calles destruidas, el barro y el olvido se conjugan para convertir la vida cotidiana de los vecinos de Ciudad de Mi Esperanza en una pesadilla, que en la noche del domingo mostró su cara más terrible. Por el mal estado de la ruta, Dahiana tuvo que bajarse del colectivo 68 muchas cuadras antes y el descampado fue el escenario para que él o los asesinos terminaran con su vida.
Desde ayer, vecinos del sector mantienen un corte total de la Ruta 19, en una protesta que cruza el dolor con la indignación por no haber sido escuchados en sus reclamos. Días atrás, cuando la tragedia no había sucedido, ya alertaban en redes sociales y medios de prensa de que el deterioro de las calles hacía muy difícil la entrada de los colectivos al barrio, obligando a los vecinos a transitar muchos metros entre yuyos y barro.
"Sólo vienen cuando necesitan los votos", decían los vecinos a coro a los periodistas que se hicieron presentes en el lugar en las primeras horas de este martes.