De La Rioja a la Jefatura de Policía de Córdoba y, de ahí, a Bouwer. Ese fue el camino que este 23 de noviembre le tocó a Henry Yagua Morales, acusado de ser un presunto sicario que hace 13 días mató a puñaladas a un connacional en barrio Cáceres de la Capital, en un presunto ajuste de cuentas del narcotráfico.
Yagua Morales fue atrapado el lunes con una mujer en una cabaña de la vecina provincia, tras ser rastreado por el Departamento Homicidios (con colaboración de sus pares y de Gendarmería) por Santiago del Estero, Catamarca y, finalmente, La Rioja. La presunción es que de allí iba a intentar cruzar a Chile y luego a Perú.
Una comisión de Homicidios y del Eter viajó ayer a La Rioja para trasladarlo ante el fiscal que investiga el supuesto crimen narco, Gustavo Dalma. "Hace instantes arribaron a la Jefatura. Se les notificará la acusación y serán enviados a Bouwer. Ellos deberán asignar un abogado defensor", contó a Día a Día el comisario Fernando Jones, a cargo del Departamento Homicidios.
"Homicidio simple" es la imputación inicial que pesa sobre Yagua Morales. La mujer que lo acompañaba, Luciana Anahí Nieto, está acusada por supuesto "encubrimiento agravado". También será llevada a Bouwer.
La investigación policial es compleja y trata de desenmarañar la supuesta trama de una "vendetta narco" como trasfondo del crimen. El 10 de noviembre, Giovanni Cardozo Barbán (31) recibió dos puñaladas por la espalda por parte de desconocidos que le robaron el celular, la billetera y la muleta para caminar (tenía una pierna enyesada por un disparo que le habían dado 10 días antes).
El hombre había cruzado un alambrado en la villa Richardson para rodear la Unidad Penitenciaria 9 (UP9) y saludar por la ventana a dos conocidos que estaban presos.
En un comienzo se sospechó de un asalto callejero, pero el análisis de las cámaras, los antecedentes de la víctima y el supuesto victimario, los testimonios y otros detalles finos enfocaron la investigación en un presunto asesinato mediante la contratación de un sicario.