Los secuestros virtuales hacen estragos en muchas familias que "caen" en la trampa, entran en crisis al pensar que tienen algún familiar cautivo y entregan elevados montos de dinero para salvarlos, sin sospechar que todo es mentira.
Belén es una joven de 21 años que vive en un barrio cerca del Centro y que estuvo a punto de ser víctima de este delito que se repite todos los días y que tiene características preocupantes, como que en muchas ocasiones es orquestado desde la cárcel.
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La joven recibió un llamado de un presunto secuestrador que le advertía que tenía a su hermana y que la iba a asesinar si no pagaba un rescate; por suerte para ella, su hermana justo estaba en la casa, por lo que al darse cuenta del engaño decidió "seguirle la corriente" al delincuente y grabar la conversación, que luego subió a su Facebook.
Incluso pudieron llamar a la Policía, por lo que los uniformados también escucharon la conversación en directo y rastrearon el número, que quedó registrado en el celular de Belén.
"Los videos que subí son apenas una parte. La conversación duró como 20 minutos", contó Belén a Día a Día, todavía angustiada por la situación.
Ocurrió a las 23 de este martes 3 de octubre, cuando ella se acostó en su habitación y le sonó el teléfono. Era un "policía" que le informaba que su hermana y su cuñado habían tenido un accidente.
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"Quedé en shock, porque ese supuesto policía me dijo que uno de los vehículos involucrados era una camioneta, y justo mi cuñado tiene una camioneta. Así que salí corriendo a avisarle a mi papá, y cuando pasamos por la cocina vimos que mi hermana y mi cuñado estaban ahí", relató.
Belén tapó el celular y le contó rápido a su hermana lo que había pasado. Decidieron "seguirle la corriente" al hablante y grabar la conversación. Mientras, el cuñado de Belén llamó a la Policía.
"El supuesto policía cambió de golpe de 'papel' y me dijo que tenían a mi hermana secuestrada, y que la iban a matar si no juntaba plata", apuntó Belén, quien fingió tener 20 mil pesos para liberarla.
"Me dijo que los pusiera en una bolsa y me empezó a dar órdenes de dónde debía llevarla. Me dijo que no cortara, que simulara que estaba hablando con un pariente y que me tomara un taxi a la Cañada", contó.
A los minutos llegó un patrullero y los policías se sumaron a la "conversación". El secuestrador virtual le dijo a Belén que de la Cañada se dirigiera a la zona sur de la ciudad, y la conversación quedó ahí porque los uniformados le dijeron que cortara.
"Cuando corté, llamaron dos veces más y ya no atendí. Los policías tomaron el número de teléfono y dijeron que iban a tratar de rastrearlo. Después se fueron", expresó.
Una amiga de Belén llamó luego al número registrado y desde el otro lado de la línea la atendió una persona que le pidió "mil disculpas" por haber inventado el secuestro.
Consejos.
La Policía emitió estos
para evitar los secuestros virtuales.