La Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Río Tercero, celebraba la misa por las fiestas patronales. Pero antes de terminar el oficio religioso, se hizo presente personal de Defensa Civil y el párroco debió precipitar el final.
El templo tiene capacidad para unas 120 personas y el protocolo para prevenir contagios de coronavirus habilita que ingrese el 50%. Con distancia social de dos metros entre los asistentes.
Defensa Civil constató que había 60 personas, pero como los feligreses comenzaban a aglomerarse en la puerta, se desalojó el templo.
"Al venir muchas familias, se sentaron más de dos personas por banco, todos juntos porque viven juntos", explicó el cura, según publicó El Doce.