Los clubes de Córdoba sufren este parate por la cuarentena. El fútbol, como la mayoría de los deportes colectivos, tardarán en volver a jugar y la incertidumbre por las vueltas a la competencia se extiende en el tiempo.
Pero buscándole el lado bueno a esta cruda realidad, lo que recuperó algo de lo perdido son las canchas. El parate obligatorio por la cuarentena para la prevención de coronavirus le dio tiempo a los campos de juego de que luzcan un poco más poblados de césped.
El caso emblemático es el de la cancha de Unión San Vicente llamada, justamente, la Talquera por el polvo en suspensión del campo de juego en la disputa de partidos. Directivos del club naranja agradecen ese parate y hay un poco de orgullo en la recuperación del terreno.
Pero la buena imagen que tiene la cancha en 2020 no sólo se debe al parate. "Cuando terminó el torneo de la temporada, nos planteamos como prioridad trabajar en la cancha. Estaba fea. Hicimos una cisterna de 50 mil litros al lado de la cancha, compramos una bomba grande que se bancara el riego más algunos caños", contó Marcos Lucero, integrante de la comisión directiva del Naranja.
Además, tuvieron remoción de tierra para emparejar y luego se hizo un resembrado para arrancar los torneos de 2020 con un campo de juego mejor. "Creíamos que no llegábamos con el tiempo y lo de la pandemia nos cayó digamos que bien. Le empezamos a meter mucha agua y el pasto empezó a crecer. Manolo, un muchacho que vive en el club, la riega todos los días", dijo el directivo.
Pero ese buen aspecto que luce el campo de juego será difícil de mantener cuando vuelvan a utilizarlo. Como en la mayoría de los clubes de la Liga, en la misma cancha se entrena no sólo la primera masculina y femenina sino todas las divisiones inferiores. Ese uso constante durante casi toda la semana impide tener un césped acorde a las necesidades.
"Hay que tratar de que la primera no entrene salvo los jueves. Si entrenan las inferiores, el femenino, la primera y los Cebollitas es imposible. Puede ser que consigamos el predio de la policía en Villa Posse, estamos negociando", dijo el dirigente de Unión.
HURACÁN Y SAN LORENZO, UNA REALIDAD PARECIDA. En barrio La France, el terreno de juego de la cancha de los Luminosos luce mejor que el año pasado. Pero, a diferencia de otros clubes, el club no tiene muchos recursos para mantener la cancha.
Los miembros de la comisión y algunos allegados tratan de regarla dos o tres veces por semana. "El solo hecho de no pisarla hace que el pasto crezca donde generalmente hay tierra. Con los fríos actuales se ha quemado un poco el pasto. Entrenan la primera, el femenino y las inferiores. Así es muy difícil que la cancha esté bien", explicaron desde el club.
Hace un par de años, las inferiores dejaron entrenar en la cancha y lo hacen en un predio. Pero no es suficiente para revertir el mal estado del campo de juego.
Otro tanto pasa en San Lorenzo de barrio Las Flores. Allí, desde el presidente para abajo trabajan para el club. "Hemos acatado totalmente lo dispuesto por las autoridades sanitarias. Sólo se regó cuando estás medidas sanitarias lo permiten", explicó Enrique Nicolás, el máximo dirigente del club Turco, refiriéndose al terreno de juego.
En la cancha se nota el crecimiento del césped. El mismo presidente lo admite y da, como sugerencia, la siguiente idea: "Sería de mucha utilidad que la municipalidad, con sus máquinas y personal, pusieran en marcha una tarea que ayude al mantenimiento de estos predios".
Así, con esa idea de los directivos, esperan que la cuarentena se termine para volver a la actividad aunque se sabe que la Liga Cordobesa ya emitió un comunicado sobre la alineación a las decisiones de AFA sobre el regreso a la actividad.
Mientras tanto, las canchas están vacías, la pelota no pica, los botines no las pisan y los hinchas siguen atragantando gritos de gol. Pero el pasto, por lo menos, crece un poco más...