De todo se habló. Aquella final perdida y el llanto de Maradona después del 1-0 en contra, cuando el árbitro mejicano Edgardo Codesal cobró un penal que aún hoy se discute y que propició la diferencia en la final de la Copa del Mundo de Fútbol en Italia 1990.
En aquella ocasión sobresalieron varias cosas más allá de lo deportivo y fue la inolvidable imagen en la que Diego Maradona insulta en el estadio Olímpico de Roma, ante el abucheo de los hinchas cuando se entonaba el Himno Nacional Argentino.