Un bebé debió ser atendido de urgencia, hubo dos peatones atropellados en un año, en un listado de accidentes que incluye casi 40 faltas por día. Todo eso pasa en los 5,3 kilómetros de largo que tiene el Sólo Bus de avenida Sabattini.
Lo que había sido presentado en 2014 como una de las soluciones para el transporte urbano de la ciudad de Córdoba, se convirtió por estos días en una trampa para los automovilistas infractores que ingresan al carril selectivo y terminan por generar complicaciones. Y, en el peor de los casos, generan accidentes con las 12 líneas de colectivos que transitan por ese lugar.
Por esas vías deben circular exclusivamente las líneas de Coniferal 10, 11, 12, 14, 15, 16 y 17, además de las 80, 82, 83 y 85 de Ersa, y la 40 de Autobuses Córdoba.
Tanto desde Coniferal, como en voz de los propios choferes, se coincidió en que es muy compleja la situación para circular por los carriles Sólo Bus, ya que muchísimos vehículos particulares ingresan a esa zona vedada para después doblar en “U” y entrar a las calles internas de los barrios aledaños.
Una infracción de ese tipo fue la que generó el sábado 27 de mayo por la tarde un severo accidente, cuando una camioneta Kangoo se cruzó adelante de un coche urbano. Cinco pasajeros mayores debieron ser asistidos, llegaron cuatro ambulancias al lugar y un bebé de cuatro meses fue atendido por un golpe en la cabeza, lo que terminó por enojar a los colectiveros.
Ello motivó que la empresa enviara una nueva carta a la Municipalidad de Córdoba para pedir “urgentes controles” de la Policía de Tránsito. Al día siguiente, los choferes realizaron una asamblea de tres horas preocupados por el mismo tema.
Zonas críticas. De las nueve paradas que el Sólo Bus tiene sobre esa avenida en el tramo comprendido entre el Arco de Córdoba e Illia y Tránsito Cáceres, hay cinco que los choferes calificaron como críticas: ACA, Deodoro Roca, Barcelona, Bancalari y Punilla.
Aunque también enumeraron otros puntos complicados, como la plazoleta frente al Híper Libertad, el único tramo en el que no hay Sólo Bus; y unos metros antes de llegar a Tránsito Cáceres, donde los autos ingresan al carril al advertir que desde hace unos días la Municipalidad discontinúo las líneas blancas.
“Hemos pedido que en la plazoleta se haga un centro de transferencia porque venimos por el Sólo Bus y tenemos que cruzar a la derecha para ir a la parada y volver”, explicó César Pereyra, uno de los delegados de Coniferal que, al momento de hablar con Día a Día, había sido informado minutos antes (el jueves, pasadas las 18) de que un peatón terminó accidentado al cruzar el carril exclusivo.
Por los pedidos de las empresas transportistas, la Municipalidad decidió volver a pintar las líneas horizontales en los últimos metros de la mano hacia el Centro y evitar así la “invasión” de autos particulares. Además, sumó operativos con inspectores.
“Sólo en este tramo hemos perdido hasta casi 10 minutos de velocidad comercial, por lo que nos dijeron desde el municipio que este tema se iba a solucionar”, dijo el jefe de tráfico de Coniferal, Miguel Tolosa.
También desde esa empresa, los choferes llegaron a contabilizar hasta 40 faltas en un día de automovilistas y motociclistas que ocupan “ilegalmente” el Sólo Bus.
“Funcionarios realizaron una visita en los puntos críticos y constataron más de 10 faltas en pocos minutos”, confió uno de los responsables de la empresa.
Debido a esta situación, desde el municipio capitalino se analiza por estas horas la colocación de separadores más altos para impedir que los peatones crucen sobre la mitad de los carriles y que los mismos conductores ingresen por estas vías rápidas.