Instituto ¡Más vivo que nunca!

La Gloria ganó un partidazo en Alta Córdoba e igualó la serie con San Lorenzo. Los de Alta Córdoba siguen soñando con el título en la Liga Nacional.

Instituto ¡Más vivo que nunca!
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Partido no apto para cardíacos. Así fue el sexto juego de las finales de la Liga Nacional de Básquet entre Instituto y San Lorenzo. Con un Ángel Sandrin colmado, el partido fue palo y palo durante los 40 minutos. Los dos equipos tuvieron la chance de quedarse con el punto; claro, con realidades diferentes, pero el corazón de la Gloria pudo más y forzó a un séptimo juego.

El reducto de Alta Córdoba fue una caldera que subió la temperatura en los momentos en los que más lo necesitó el equipo. A 3.59 del final, un doble del uruguayo Batista puso el partido 84-72 a favor del local y el borombombonm, borombombonm,el que no salta es del Ciclón bajó de los cuatro costados. Quizá, ese fue el punto de quiebre de un juego tan cerrado.

A partir de ahí, en Instituto fue todo algarabía. Con la tranquilidad que da la diferencia en el marcador, Batista siguió lastimando debajo del tablero y el Chuzito González volvió a vivir una noche infernal.

En distintos pasajes del partido, la Gloria tuvo sus "héroes" de la noche. Faca Piñero y el Chuzito González desde la línea de tres, Batista o Clancy poniendo el cuerpo debajo de los tableros o Gasti Whelan, Pablo Espinoza o Scala tirandose al piso para recuperar una pelota. Todos dejaron el alma en este juego. Y obtuvieron su premio: obligaron al "cuco" de la competencia, al tricampeón vigente, jugar el desempate.

El albirrojo ganó 96-78, con 32 puntos de González, y el jueves volverán a verse las caras en Boedo. Instituto no tiene nada que perder o mejor dicho, todo por ganar. Hasta aquí demostró que no le teme a nadie y está viviendo un gran cierre de temporada. La presión la tiene toda San Lorenzo porque para la Gloria, ganar un partido más sería como tocar el cielo con las manos. Y no es imposible.

El equipo de Facundo Müller va en búsqueda de la frutilla del postre y, quién dice, no le arrebata el título al campeón vigente. Las cartas están echadas y los de Alta Córdoba siguen soñando.