El fenómeno estudiantil conocido como “el pollerazo” no para de crecer. Ahora ocurrió en Colonia Caroya, en el IPEM 165 Presbítero José Bonoris. Otro alumno de esa localidad decidió sumarse a la protesta pacifica que inicio el joven de Carlos Paz y que se fue replicando en diversas escuelas de Córdoba. En este caso los directivos del establecimiento caroyense escucharon al alumno y acordaron implementar la bermuda como prenda escolar.
Corren tiempos de cambio en todo lo que a vestimenta y género se refiera. Los jóvenes impulsan una nueva mirada sobre las prendas y sobre los modos culturales de vestir. Los estudiantes priorizan la comodidad frente al formalismo, por esta razón no se explican como obligan a los varones a concurrir con pantalón largo en pleno calor y de modo contrario y paradójico todavía exigen a las mujeres el uso de pollera, aún con bajas temperaturas. Así lo entienden los jóvenes y lo hacen saber.
Cabre recordar que Augusto fue pionero en esto de visibilizar la paradoja de lo uniformes escolares, y frente a la negativa de las autoridades en torno al uso de bermuda, el joven decidió usar una prenda que sí está autorizada en el código escolar de convivencia de la escuela a la que asiste en Villa Carlos Paz: la pollera.