Este mes marca el triste aniversario de un año de la desaparición de Federico Bono, conocido como Fede, y su familia aún se encuentra en la incertidumbre y el dolor. A pesar de los esfuerzos de la investigación llevada a cabo por la fiscal de Cosquín, Paula Kelm, y los intensos rastrillajes realizados en la zona, no se ha obtenido información concreta sobre su paradero.
Durante este año, se realizaron múltiples operativos de búsqueda en distintos sectores de la zona, incluyendo montañas y cerros, así como entrevistas a vecinos y lugareños. El DUAR, los bomberos y la policía participaron activamente en estos rastrillajes, pero hasta el momento no se ha encontrado ningún indicio que revele el destino de Fede.
La única pista que se tiene hasta el momento es una conversación telefónica que Fede mantuvo con su madre antes de perder todo contacto. En dicha conversación, expresó su deseo de vivir un tiempo en la naturaleza, lo cual ha complicado aún más la búsqueda al extender las posibles áreas donde podría encontrarse.
La familia de Fede, encabezada por su madre María, mantiene la esperanza y la fe de que algún día obtendrán respuestas y lo encontrarán con vida. A pesar de la falta de avances en la investigación, continúan apoyándose mutuamente y buscando cualquier indicio que pueda arrojar luz sobre su desaparición.
En tanto, la búsqueda continúa, y se insta a cualquier persona que pueda tener información relevante a que se comunique con las autoridades correspondientes.
