Los mapas agronómicos estaban verdes, con reservas que eran regulares a adecuadas en gran parte de la región. Lamentablemente, en la actualidad el 80% de los suelos están entre sequía y escasez hídrica.
“A diez días de finalizar abril, las lluvias en la mayor parte de la región pampeana han alcanzado solo el 10 al 30% de los acumulados promedios históricos mensuales”, explica el experto de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alfredo Elorriaga.
En este contexto, y de cara a la campaña fina, la tendencia en el sector y la zona contempla una reducción del área sembrada con trigo, a pesar de que “marzo 2024 está muy lejos”, señalan en la región. “Faltan lluvias que recarguen los perfiles”, aseguraron desde Cañada de Gómez.
Sin embargo, el quebranto económico del sector tras la sequía obliga a muchos a sembrar trigo aún sin disponer del agua mínima requerida en los suelos. “Hoy no están dadas las condiciones para sembrar porque faltan muchos milímetros para tener condiciones de siembra, pero las intenciones son de aumentar la superficie triguera. Esto es estrictamente por necesidad financiera; el que pueda elegir, optará por no sembrar”, reconocieron varios productores consultados.
En General Pinto necesitan entre 150 a 200 mm de lluvia, “de lo contrario el área se reducirá un 60%”, advierten. En tanto, en Marcos Juárez la baja sería de un 15% respecto al año pasado. Los técnicos recomiendan tomar las decisiones en base al nivel de agua útil de los suelos.
Desde el sur santafesino afirman que si no cuentan con un 80% de capacidad de campo no van a sembrar el cereal de invierno. “En GEA simulamos que pasaría si las lluvias cumpliesen a rajatabla con las estadísticas hasta fines de mayo. El resultado muestra que solo en los mejores casos la capacidad de campo (para una pradera permanente y para el primer metro) llegaría al 60%
¿Qué dice el pronóstico para el corto y mediano plazo?
“Por el momento los pronósticos no muestran en el corto plazo sistemas precipitantes que puedan recomponer los valores estadísticos de los primeros 20 días de abril. Sin condicionantes negativos de gran escala y dependiendo de los mecanismos regionales, siempre es posible la presencia de algún evento disruptivo que compense las estadísticas antes de fin de mes. El cambio de tendencia está en marcha, pero las soluciones pluviales están llegando más lento de lo esperado”, explicó Elorriaga.
Para el mediano plazo, según proyecciones en base a datos del centro Euro-Mediterráneo de Clima, la probabilidad de contar con lluvias que superen las medias estadísticas en región núcleo durante el trimestre mayo-junio-julio son del 30 al 40%. “Es decir que las lluvias serían normales o inferiores a lo normal en este trimestre del año”, advirtieron los expertos. Cabe recordar que el promedio estadístico de lluvias para mayo es de 40 a 70 mm, en junio de 10 a 50 mm y en julio de 10 a 50mm