Arrancó el año con un balde de agua fría a través del cierre de las exportaciones de maíz por 60 días. El gobierno abrió un juego con consecuencias impredecibles, tanto en lo que hace a la producción futura, al resto de la campaña anterior remanente y a la tibia sensación en alza de una Argentina como proveedor poco confiable de insumos alimenticios básicos.
La respuesta de las entidades terminó con el lanzamiento de un paro comercial, que se inició ayer. Ya con la medida de fuerza en marcha, las autoridades cometieron un nuevo error queriendo modificar la resolución, en horario increíble, tratando de hacer creer que se reabrió el registro de exportaciones estableciendo una cuota de 30 mil toneladas diarias.
Esta propuesta calentó aún más los ánimos y los productores en un análisis sencillo evaluaron que se estaban ofertando 1,5 millones de toneladas para el periodo previsto por la norma, cuando las existencias actuales son más de 10 millones de toneladas.
Cuando uno comete un error es bueno reconocerlo y si evalúa bien lo mejor es ver si puede ir marcha atrás sin creer que ceder frente al reclamo justo es perder la batalla. Sobre todo para una gestión de gobierno.
Seguramente una alícuota de impericia, más asesores con alguna cuota de gusto por la intervención, puede generar un combo algo complicado que se hace necesario domesticarlo para volver a la normalidad donde el mercado tiende a reubicar a cada uno en su lugar,
Este cultivo es estratégico desde donde se lo mire por ende sensible a los vaivenes políticos y/o económicos sumado a que estamos trabajando a cielo abierto por ende expuesto a los avatares climáticos y lo es más tranqueras adentro en donde el maíz se hacer parte indiscutible en las rotaciones de los cultivos.
Sería bueno evaluar la proporción que tiene el maíz en la formación de los precios de los productos supuestamente damnificados por el valor actual del cultivo, como el pollo, cerdo, feedlot y hasta la leche para poder ser claro que la medida genera más líos en la producción y comercialización que los beneficios que aporta. Las cadenas y clusters lo saben bien.
Argentina es parte del top five de los exportadores de maíz y esta señal al mercado internacional no deja buena imagen. China esta demandante en un ciclo climático duro así que como siempre digo hay mucho precio pero todavía la producción está en jaque y nos falta tener en cuenta la demanda de nuestros otros compradores habituales.
Párrafo aparte amerita reconocer el paro propuesto por tres de las entidades gremiales del agro, como una forma de levantar la mano para delinear su presencia en forma de reclamo así como para poder hacer el auto análisis del papel que les toca jugar.
Si se requieren divisas no se puede cerrar la exportación.