El poder de compra es la resultante de deducir del valor de salida de fábrica el total de costos sin considerar la materia prima leche y sin ningún nivel de resultado empresarial por encima de un costo de oportunidad que se debe calcular de igual manera para la industria como para el sector primario.
Por lo tanto el Valor de Referencia o Poder de Compra no significa Precio al Productor, en algunos momentos el Precio al Productor supera el Poder de Compra por circunstancias del mercado y en otras ocurre a la inversa, obviamente produciéndose resultados negativos o positivos, respectivamente para la industria.
Se trata en todos los casos de trabajar en modelos para “condiciones normales” y como no hay incluido en los costos de producción de leche situaciones extremas o coyunturales como sequía o inundación, no hay tampoco como ocurrió para la industria la inclusión de “costos COVID” que generó la pandemia y que sabemos fueron importantes. Si las situaciones coyunturales se tornan en permanentes, obviamente deben ser incluidas en los modelos.
La captura de precios de mercado es amplia pero no total, y de allí pueden venir diferencias para algunas industrias donde los precios que perciben son diferentes a los que los modelos incluyen.
En los precios, sobre todo de mercado externo, puede haber un delay (desfasaje) entre los precios de cuando el negocio se concreta entre la industria con su cliente y el precio que se registra en Aduana o Indec. Ejemplo: las industrias estaban negociando exportaciones de LPE a valores por debajo de US$ 3.500/ton., y Aduana registraba un valor de US$ 3.708/ton.
Los modelos abarcativos no deben contemplar situaciones generalizadas de endeudamiento estructural que generan por ejemplo los costos financieros significativos que puede haber sumamente diferentes entre las empresas del sector y que claramente puedan distorsionar cualquier análisis.
Los valores del poder de compra o del valor de referencia de demanda deben surgir de los promedios de cada categoría de empresas y de ahí se origina un promedio general. Aquí surgen grandes diferencias a ser tenidas en cuenta entre las diferentes empresas respecto a qué tipo de productos elaboran y comercializan, que mercados atienden, que nivel de marca tiene por ejemplo en el mercado interno, o cuestiones vinculadas con la escala, la productividad y la eficiencia.
Los factores estacionales de la producción, menor oferta de leche (enero-mayo) y mayor oferta (julio-noviembre) influyen en la determinación de los precios incluso por encima o por debajo de los “poderes de compra” (valores de referencia de demanda).