Estas alteraciones pueden afectar físicamente al embrión, a las estructuras de cobertura y a los cotiledones. Cualquier tipo de daño físico afecta no sólo la germinación, sino también la producción de plántulas normales e incide directamente sobre la longevidad de la semilla durante la poscosecha.
La pérdida de germinación en la semilla es acompañada por diferentes procesos que deterioran el grano como la alteración de los contenidos de proteína y aceite. Normalmente lo que se ve a simple vista es la semilla partida, pero no es tan fácil estimar la cantidad de semilla con daño de tegumento. Esto lleva a cometer errores cuando se procede a realizar el curado de la semilla con algún fungicida sistémico y con anticipación a la siembra. En estos casos, los productos pueden entrar por los daños que presentan las semillas y afectar negativamente el embrión.
Existen procedimientos indicadores del grado de deterioro físico actual y/o potencial que son de gran utilidad para diagnosticar daños y tomar decisiones acerca del destino del lote. La implementación de la Prueba de Hipoclorito (lavandina), constituye una herramienta sencilla, económica y rápida para determinar el nivel de daño físico provocado a la semilla de soja en distintas etapas del proceso de producción y manipuleo.
Consiste en sumergir granos de soja en una solución de lavandina, de este modo los que poseen alteraciones físicas en cualquiera de sus estructuras se hinchan aumentando su volumen de manera considerable y separándose el tegumento. De esta manera se computan las semillas de mayor tamaño y tegumento desprendido parcial o totalmente, se obtiene el porcentaje de semillas dañadas y se relaciona con el nivel de daño mecánico presente en la muestra. Este sencillo análisis, además de utilizarse con las semillas destinadas a la siembra, debería ser practicado durante la cosecha al pie de la máquina pudiendo establecerse correcciones en variables tales como velocidad de avance, revoluciones por minuto, luz del cilindro cóncavo, entre otras.
Puede ser usado para probar la eficiencia del funcionamiento de maquinarias en cualquier momento durante el manipuleo. Los pasos a seguir:
Procedimiento
- Se prepara una solución de lavandina al 10%. Para ello se toman 10 ml de una solución de lavandina comercial y se mezcla con 90 ml de agua corriente o destilada obteniendo 100 ml de solución en total..
- Se toman 100 semillas al azar y se sumergen en la solución.
- Se deja en reposo de 10 a 15 minutos.
- Se cuentan los granos que han alcanzado entre 2 a 3 veces su tamaño original, y aquellos a los que se les desprende el tegumento
- Se establece el porcentaje de grano con daño físico de la muestra. Por ejemplo, si usted contó 25 semillas hinchadas, tendrá un 25% de daño. Repita la operación con otras 100 semillas y de esta manera tendrá un nuevo dato.
- Realizándose en varias oportunidades y luego promediando los resultados podrá saber con alto grado de certeza qué porcentaje de daño tiene su semilla. En caso de contar con valores como el mencionado o mayor, lo recomendable si es que va curar la semilla con fungicida, es hacerlo lo más próximo a la siembra, de esa manera logrará que un mayor número de granos se transformen en plántulas.