El banco tiene una capacidad diseñada de 1,5 millones de copias, casi cuatro veces la existente, y será el más grande del mundo, dijo el ministro de Agricultura y Asuntos Rurales, Tang Renjian, en un comunicado en el sitio web del ministerio.
Los principales responsables políticos chinos dijeron el mes pasado que el sector de las semillas es vital para garantizar el suministro de alimentos del país, una prioridad de larga data que ha recibido una atención renovada desde la pandemia de COVID-19.
El sector semillero de China está fragmentado y sus empresas carecen del extenso germoplasma recolectado por las principales empresas agrícolas multinacionales.
El germoplasma es material genético vivo, como semillas o tejidos, que se conserva para reproducción e investigación. Una rica colección de germoplasma permite seleccionar características más diversas al desarrollar variedades de cultivos.
El banco de semillas actual de China no puede satisfacer las necesidades de desarrollo, dijo Tang en una visita a la Academia China de Ciencias Agrícolas en Pekín, donde está ubicado.
“El nuevo banco nacional de recursos de germoplasma de cultivos no solo debe estar bien establecido, sino que también debe usarse bien”, dijo, y agregó que la industria de semillas de China está por detrás de la capacidad de innovación de la de los países desarrollados.
China debe asegurarse de mantener su ventaja competitiva en variedades de arroz y trigo, al tiempo que reduce la brecha con otros países en maíz, soja, cerdos y vacas lecheras, agregó.
Es una señal proveniente del mercado demandante mayor que representa la China, para lo cual hay que estar atentos, ya que claramente van en busca del autoabastecimiento alimenticio global de sus requerimientos, que como en otros rubros lo fueron desarrollando a través del tiempo en muchos casos con éxito, con la clara tendencia hacia el camino de irse independizando del mercado internacional a través de su producción y abastecimiento nacional.