La situación de emergencia se registró alrededor de las 15.30 cuando aerobistas que realizaban su actividad rutinaria por el paseo costero divisaron a unos 150 metros a dos jóvenes que tenían dificultades para salir de la restinga ya que la marea les había cerrado el paso y junto a ellos se encontraba un perro de color negro de considerable tamaño.
De manera inmediata alertaron a la policía, que a su vez comunicó la novedad a la guardia de la repartición naval, motivando que de inmediato se pusiera en marcha el operativo de rescate.
En contados minutos se alistaron varios bomberos con sus equipos térmicos náuticos de color naranja y al llegar a la costa bajaron un bote semirrígido, pero debido a que el mismo podía dañarse al tocar la restinga, se lanzaron al agua y llegaron hasta los jóvenes que ya comenzaban a sentir hipotermia.
A ellos les colocaron chalecos flotantes y al perro un salvavidas, ayudándolos a nadar hasta la playa, habiendo finalizado el operativo minutos después de las 17, el cual fue observado por decenas de circunstanciales espectadores.
Los muchachos, Luciano Villar y Elías Aguilar, expresaron su agradecimiento al personal prefecturiano por haber acudido con prontitud y sacarlos de una situación muy difícil.
Antes se ser trasladados al Hospital Zonal en una ambulancia del mismo nosocomio, aún entumecido por el frío, Elías alcanzó a contar a El Patagónico que él no sabía nadar y Luciano sí, pero aunque uno de ellos pudiera haber ayudado al otro a salir, ambos habían decidido no abandonar a la mascota de nombre "Moscú", a pesar de que ello los ponía en una situación de extremo riesgo.
El cariño hacia el perro lo demostraron incluso cuando fueron trasladados a la guardia del hospital porque también lo hicieron subir a la ambulancia.