El Obelisco, emplazado en el Centro de la Ciudad de Buenos Aires, está cumpliendo 86 años desde su inauguración en el año 1936 y esta fecha coincide con el 400° aniversario de la primera fundación de la Ciudad.
Además, su ubicación es el lugar exacto donde fue izada por primera vez la bandera argentina y su localización geográfica lo transforma en un símbolo de la avenida más ancha del mundo, la 9 de Julio.
Pero la construcción de esta última no fue sencilla: el proyecto de la misma comenzó a finales del siglo XIX y tuvo que postergarse hasta el año 1937, su inauguración definitiva.
Esto mismo se debió a, entre otras cosas, la dificultad para adquirir las manzanas aledañas, así como también las complicaciones para financiar lo que fue un mega proyecto por aquellos años. La planificación también fue determinante en ese sentido.
Hay que decir, a su vez, que en un principio la avenida 9 de Julio no era lo que se conoce actualmente. Y es que la misma tiene un trazado de tres kilómetros, conectando autopistas del norte de la Ciudad con las del sur.
Pero cuando fue inaugurada, el 12 de octubre de 1937, apenas contaba con 500 metros de extensión y se disponía entre las calles Bartolomé Mitre y Viamonte.
Conforme fueron pasando los años, las mutaciones de esta gran arteria porteña fue sufriendo modificaciones notables, destacándose las décadas de 1940, ‘50 y a posteriori, ‘70, donde más cambios hubo en la 9 de Julio.
Y, por supuesto, la última transformación que vivenció fue la inauguración del Metrobús, una obra que vio su origen en el 2013, hace apenas nueve años.
Cómo es el Obelisco
Con 67,5 metros de altura, esta obra diseñada por el arquitecto argentino Alberto Presbich, se sitúa donde antaño se erigía la iglesia de San Nicolás de Bari.
Su base cuenta con un ancho de 6,8 metros de lado, y cuenta con una sola puerta de entrada para ingresar a su interior, en su lado oeste. A su vez, en su cúspide hay cuatro ventanas, a las que solamente se puede acceder a través de una escalera marinera de 206 escalones, con siete descansos en total.
Hay que decir que en su punta más alta se sitúa un pararrayos, pero que no es visible desde la base debido a la altura del Obelisco. Sin lugar a dudas, uno de los símbolos más icónicos de nuestra Argentina.