Un matrimonio llegó corriendo con su bebé de un año y medio en brazos sin signos vitales al comando patrulla para pedir auxilio. Natalia Maidana, quien estaba de guardia en en ese puesto en General Rodríguez, vio el estado del niño y empezó a practicarle RCP para salvarle la vida y lo hizo.
Bautista se había caído a la pileta. No respiraba y estaba morado. Pero la rápida asistencia de la policía hizo que el bebé se encuentre fuera de peligro.
Fue cerca de las cuatro de la tarde del lunes, cuando Ingrid y Gabriel se encontraron con su bebé en la pileta. Corrieron dos cuadras desde su casa hasta el comando patrulla para pedir ayuda. La sargento que estaba de guardia supo qué hacer al instante y con maniobras de reanimación logró que Bautista expulse el agua que había aspirado y recupere la respiración.
Mientras tanto pidió ayuda a sus compañeros. Su jefe, José Luis Córdoba, estaba en un móvil y llegó a tiempo para trasladar a todos al hospital Vicente López y Planes. Natalia siguió haciéndole RCP al bebé durante todo el viaje. En la guardia pudieron sacarle más agua y quedó internado en observación, pero fuera de peligro.