Por la gran cantidad de monopatines eléctricos que se pueden ver en las calles bahienses desde hace algunos meses, la concejal Laura Biondini elabora un proyecto para controlar el uso. Se tomará como referencia una ley vigente en la ciudad de Buenos Aires, donde la utilización de ese nuevo medio de transporte es muy habitual.
En Bahía es común ver a decenas de personas, entre ellos menores, sin casco o circulando en veredas o por las calles o avenidas.
El modelo de ordenanza aprobado en la ciudad de Buenos Aires no permite el uso a menores de 16 años ni tampoco circular por las veredas, ya que el artefacto pueda alcanzar una velocidad de hasta 25 ó 30 kilómetros por hora.
Uno de los problema que enfrentará la implementación de una normativa a nivel local es que en Buenos Aires solo se permite circular por ciclovías, aunque en nuestra ciudad, y por las escasez de esos carriles, habría que realizar modificaciones.
Entre las medidas de seguridad se exige tener un sistema de frenos que actúe sobre sus ruedas, una base de apoyo para los pies y un timbre o bocina que permita llamar la atención bajo condiciones de tránsito mediano.
También elementos reflectantes, una luz delantera y otra trasera para su visibilidad en condiciones de poca iluminación y la potencia máxima del motor no podrá ser superior a 500 Watts.
En nuestra ciudad los monopatines cuestan entre 40.000 y 50.000 pesos y varios comercios los ofrecen en 12 cuotas sin interés.
Entre las ventajas de comprar uno es que no se paga patente, ni seguro, por el tamaño se puede guardar en cualquier lugar y no necesita combustible. Además, se carga en la corriente eléctrica y tiene una autonomía de unos 30 kilómetros.
En contrapartida, algunos expertos en tránsito advirtieron que sus ruedas son pequeñas, la estabilidad mínima y esto, en combinación con cualquier superficie que no sea lisa, es un riesgo que corre el usuario.
Fuente: LaNueva/Vía