River Plate se impuso esta noche como visitante ante Huracán por 3-1, en Parque Patricios, resultado que le permitió subirse a lo más alto de la tabla de posiciones, junto a Argentinos Juniors y Boca Juniors, del grupo A, zona Campeonato, de la Copa Diego Armando Maradona de fútbol.
El conjunto dirigido por el DT Marcelo Gallardo prevaleció en la pizarra con los tantos de Matías Suárez (Pt. 26m.) y Nicolás De la Cruz (Pt. 34m. y St. 38m.), mientras que el ‘Globo’ descontó por intermedio de Andrés Chávez (St. 20m., de penal). El equipo de Núñez terminó con diez hombres por la expulsión del chileno Paulo Díaz.
River siguió en “modo Montevideo” durante los 45 minutos iniciales en Parque de los Patricios. Con la voracidad acostumbrada y con una presión alta que incomoda a los rivales, el equipo del Muñeco Gallardo necesitó un pequeño período de adaptación al terreno para empezar a marcar supremacía.
No sólo fueron importantes las labores del tándem de contención que armaron Leonardo Ponzio y Bruno Zuculini sino también la conducción del colombiano Jorge Carrascal (cada vez más liberado en su condición de generador de juego) y las apariciones de un De la Cruz que pretende volver a ser determinante.
Luego de veinte minutos en los que los dos apostaron a la pelota detenida como para intentar generar peligro, River metió la primera mano de nocaut, a los 26m., con un desborde de Fabrizio Angileri, que fue conectado de cabeza por el colombiano Borré y que le permitió al cordobés Suárez ensayar una extraña pirueta, por atrás de todos, para vulnerar la valla de Cambeses.
El gol sacudió la estructura de un Globo que se las había arreglado bien en el tramo inicial, con las tareas de los jóvenes Hezze y Rolón, aún cuando no gozaba de profundidad en los metros finales.
Y cualquier atisbo de reacción lo neutralizó ese centro-tiro al arco del uruguayo De la Cruz (34m.) que generó inmovilidad en el guardavallas Cambeses y se alojó en el fondo del arco para decretar el 2-0. Una diferencia, tal vez exagerada, pero que premió la mayor jerarquía colectiva del Millonario.
En el arranque del segundo período, con mucho más ímpetu que juego, Huracán buscó el descuento, a partir de los movimientos de Norberto Briasco, quien buscó conectar con un intermitente Andrés Chávez, bien maniatado por la defensa visitante.
La más clara de Huracán llegó en un confuso centro al área, en el que Juan Fernando Garro cabeceó al travesaño (14m.)
Pero ese letargo del equipo de Gallardo le permitió obtener réditos al local, casi de inmediato, con un absurdo penal que el chileno Paulo Díaz le cometió a Briasco (19m.). La ejecución, a cargo de Chávez, representó el descuento.
Con el ingreso de Julián Alvarez, River perdió equilibrio en el mediocampo y, entonces, Huracán aprovechó esa circunstancia para generar peligro, con la criteriosa labor de Patricio Toranzo, otro de los “refrescos” del DT Damonte.
Y sobre los 38m., cuando Huracán se arriesgaba en procura del empate, aparecieron los espacios, una maniobra que Carrascal manejó con maestría y que definió De la Cruz, con un remate ajustado contra el primer palo de Cambeses. 3-1 y asunto concluido.
No hubo tiempo para mucho más, a excepción de la expulsión del defensor Díaz, por protestar fallos al árbitro Delfino. Ganó River y termina el año calendario en modo favorito.